Mientras la Policía Federal inició investigaciones para identificar el origen de la falsa noticia, desde la localidad de Ipojuca, vecina a la capital del estado nororiental de Pernambuco, Recife, Dilma Rousseff denunció, que "es algo absurdamente inhumano". La mandataria pidió a los brasileños que no les crean a los rumores, "porque los rumores de este país a veces ocurren en forma sorprendente", pero evitó especular sobre el origen de la información. La ministra de Derechos Humanos, sin embargo, atribuyó la versión a opositores al gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), que revela "el deseo de quienes nunca valorizaron la política".

El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, a su vez, anunció que la Policía tomará en cuenta todas las hipótesis, incluso la de motivación política: "Al parecer, no fue una simple casualidad, y ninguna hipótesis puede ser descartada".

Según testimonios de beneficiarios del programa, los rumores se iniciaron en la noche del sábado. En algunos casos, se afirmaba que la presidenta Rousseff había decidido suspender el pago de la ayuda oficial. En otros, se aseguraba que el gobierno había concedido un beneficio extra, a raíz de la celebración en mayo del Día de la Madre.

La corrida hacia las agencias de la Caja Económica Federal llevó a la ministra de Desarrollo Social y Combate al Hambre, Tereza Campello, a convocar ayer una rueda de prensa para desmentir los rumores y asegurar que Bolsa Familia proseguirá sin cambios y con un presupuesto de 12.000 millones de dólares para este año. Campello, sin embargo, evitó atribuir los rumores a una maniobra de la oposición: "Es inútil anticipar si hubo motivación política en el caso. Todo está siendo investigado. Esperamos que haya sido solamente un malentendido con dimensiones mucho más grandes que lo esperado".