21:51 › LA PROTESTA PERMANENTE
En el marco de una huelga general de 24 horas que profundizó el conflicto que vive el país euroasiático, las principales confederaciones sindicales turcas protagonizaron una multitudinaria protesta pacífica, que no impidió que la policía reprimiera a algunos manifestantes que en Estambul desafiaron la orden de acercarse al predio que provocó hace 20 días la mayor crisis política del actual gobierno.
Los enfrentamientos, menos intensos que en las últimas jornadas, se registraron en el distrito de Sisli Osmanbey y en Beyoglu, donde la la policía volvió a lanzar gases lacrimógenos, chorros de agua y balas de goma a los manifestantes. Los sindicatos, que denunciaron la escalada represiva del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, no lideraron masivas movilizaciones como se esperaba después de dos días de violencia policial contra los manifestantes en las calles de Estambul y Ankara, donde se desarrollaron las principales protestas.
En la víspera, Ankara -que amenazó con utilizar a las Fuerzas Armadas para controlar la revuelta- advirtió que el Estado “considerará miembros de organizaciones terroristas” a cualquier persona que se encuentre en Taksim o el colindante parque Gezi, donde el sábado desalojó por la fuerza a los manifestantes.
"Lo que se requiere de nosotros es acabar con las protestas que sean ilegales. Está la Policía y si no es bastante la Gendarmería. Y si no basta, las Fuerzas Armadas. La ley nos da esa autoridad", aseguró el viceprimer ministro Bullent Arinc, en una entrevista televisada, recogida por la versión digital del diario Hurriyet. “Pido a los servidores públicos que no participen de acciones ilegales”, afirmó por su parte el ministro de Interior, Muammer Guler.
El sábado pasado, la policía desalojó violentamente del parque Gezi a miles de manifestantes que habían acampado contra su demolición y cuya represión inicial derivó en la mayor movilización en Turquía de la última década y en un símbolo contra el autoritarismo de Erdogan. Tras el desalojo, cientos de miles de personas se lanzaron a las calles en Estambul e intentaron llegar a Taksim para reclamar la dimisión de Erdogan.
Frente a los acontecimientos, la Confederación Sindical de Funcionarios (KESK) y la Confederación de Sindicatos Obreros Revolucionarios convocaron a sus simpatizantes a marchar hacia Taksim por la céntrica calle comercial. Sin embargo, el operativo policial desplegado en el lugar frenó el avance de los manifestantes que se concentraron en las inmediaciones durante varias horas al grito de “Todo es Taksim, la resistencia está en todas partes”.
“Nadie quiere que haya más violencia, pero tampoco vamos a permitir que sigan controlando nuestras vidas. Erdogan tiene que renunciar, es un dictador”, afirmó a la agencia oficial Télam Mehmet Bona, un profesor universitario, preparado con casco y máscara de gas para enfrentar la carga policial. “No queremos más muertes. Queremos dar el mensaje de que estamos aquí por la paz y la democracia” declaró Kani Beko, presidente del DISK, a la emisora Halk TV.
“El gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista moderado) de Erdogan lanzó una ofensiva contra la nación, que se resiste a entregar sus derechos y libertades con su constante resistencia”, alertaron los sindicatos en un comunicado. “Somos la fuerza de producción y vamos a resistir”, aseguró uno de los líderes sindicales en Estambul, mientras pedía calma a los manifestantes ante el retén policial que impedía el paso hacia Taksim, a más de un kilómetro de distancia.
Los enfrentamientos de la noche del domingo dejaron 500 detenidos, 390 solo en Estambul, según fuentes del Colegio de Abogados de la ciudad, citado por la prensa local. Entre los detenidos hay varios periodistas turcos, según denunció la plataforma de Solidaridad con Taksim.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux