Repsol rechazó "de pleno" la existencia de "una conducta comercial restrictiva de la competencia", y sus directivos adelantaron que "ejercitarán su derecho a la defensa".

Según la CNC, los motivos por los cuales abrió una investigación se debió a la detección de "sucesivos informes han puesto de manifiesto la falta de competencia en el sector de los combustibles de automoción en España, y constataron incrementos significativos en el precio de los carburantes".

Esta investigación concluyó con la apertura de dos expedientes sancionadores "por prácticas restrictivas de la competencia", sin aventurar el resultado. El primero de ellos sanciona a Repsol, Cepsa, Disa, Meroil y Galp por presuntas conductas bilaterales anticompetitivas, que consistirían en la coordinación en materia de precios, clientes y condiciones comerciales, así como en el intercambio de información comercial sensible.

El segundo estudia si Repsol, Cepsa y BP coordinaron precios con los empresarios independientes que operan en sus respectivas redes de distribución. Junto con las acciones de la CNC, la Comisión Nacional de Energía (CNE) advertía en sus informes de un "alineamiento general de los precios de venta al público de los combustibles", así como que la gasolina bajaba de precios sólo los lunes, tras el fin de semana.