Francisco despidió a Bertone durante una breve ceremonia en la biblioteca de la Tercera Logia del palacio pontificio, en la que no estuvo presente el flamante secretario de Estado, quien se recupera de una pequeña intervención quirúrgica.

En su mensaje de agradecimiento, Francisco destacó: "Querido cardenal Bertone, en este momento me gusta pensar que aunque hubo espinas, la Virgen Auxiliadora no le ha hecho faltar nunca su ayuda y tampoco lo hará en el futuro. Esté seguro ¿eh?".

Además, Francisco destacó que Bertone cumplió, en todos los cargos que ocupó en la Santa Sede, "con profundo amor a la Iglesia, gran generosidad, y esa típica mezcla salesiana que une el sincero espíritu de obediencia y una gran libertad de iniciativa e inventiva personal".

Por otra parte, el Papa se refirió a Parolin -ex nuncio de Venezuela- como una persona que ya había trabajado para la Secretaría de Estado --como subsecretario de la sección para las Relaciones con los Estados--, de 2002 a 2009, con "pasión, habilidad y una gran capacidad de diálogo y toque humano".

Con la elección de Parolin, Francisco cumple con la tradición de sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI de que un Papa no italiano nombra a un italiano como secretario de Estado.