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"Hemos venido con propuestas para buscar un terreno común y poner fin a la guerra y la muerte", expresó el viceprimer ministro de Donetsk y agregó: "Este es el comienzo del proceso. Hoy no esperamos que haya avances importantes".

Purgin hizo las declaraciones al llegar a Minsk para la reunión del Grupo de Contacto, en la que participan el ex presidente ucraniano, Leonid Kuchma, representando informalmente a Ucrania; el embajador ruso en Kiev y un representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

En concreto, el representante de los separatistas señaló que la aspiración de las regiones prorrusas es conseguir la cesión de competencias tales como una política comercial exterior propia, que les permita integrarse en la Unión Aduanera Euroasiática, una zona de libre comercio formada en 2010 y que incluye a Rusia, Bielorrusia y Kazajistán.

En su propuesta, los separatistas también exigen la oficialidad de la lengua rusa en el territorio de las dos regiones y la liberación de los milicianos y políticos prorrusos detenidos durante el conflicto.

A cambio de seguir perteneciendo a Ucrania, los separatistas de Donetsk y Lugansk, "garantizan el máximo esfuerzo para el mantenimiento de la paz y la conservación de un espacio económico, cultural y político unido para Ucrania y para toda la civilización ruso-ucraniana", afirmó Puguin.

Las autoridades ucranianas, por su lado, no aceptan otra cosa que la rendición prácticamente incondicional de los separatistas, a los que ofrecen la posibilidad de abandonar Ucrania tras deponer las armas (en dirección a Rusia) o acogerse a una amnistía en caso de no haber cometido delitos graves.

El reinicio de las negociaciones a través del llamado Grupo de Contacto en Minsk fue acordada entre el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y Putin durante la primera reunión bilateral que mantuvieron hace seis días también en la capital bielorrusa.