Tras la exposición de Prat-Gay, quien sostuvo que hay que "resolver pronto y de la mejor manera" el pago a los fondos buitre para "volver a crecer", el actual diputado del Frente para la Victoria y exministro de Economía defendió los canjes de deuda de 2005 y 2010, que aceptaron el 93 por ciento de los bonistas, y recordó que ni Néstor ni Cristina Kirchner tenían responsabilidad en el endeudamiento, a diferencia de "muchos funcionarios del gobierno de (Mauricio) Macri, como el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, que participó del megacanje".

Prat-Gay, a su vez, le reprochó a Kicillof su gestión con el Club de París, al que se le pagó "el 100 por ciento de lo que pedían y todos los punitorios". Luego, el titular del Palacio de Hacienda agregó, en tono irónico, que "no sé si (Paul) Singer está festejando, pero sí (el presidente de Repsol, Antonio) Brufau", por el pago en efectivo que el gobierno anterior hizo en concepto de resarcimiento por la estatización del 51 por ciento de las acciones que la firma española tenía de YPF.

El oficialismo pretende que la derogación de las leyes vinculadas al acuerdo con los fondos buitre, cuyos proyectos ingresarían a la Cámara baja en las próximas horas, consigan dictamen favorable la próxima semana para que sean tratados de inmediato en el recinto y pasen al Senado para que se complete su sanción, y de esa manera salir a colocar nuevos títulos públicos, por 15 mil millones de dólares, a 5, 10 y 30 años.

"No es bueno el apuro que Macri le impuso a esta negociación", denunció Kicillof. "Ustedes dicen que van a conseguir fondos para no hacer un ajuste, entonces yo me pregunto si a los gobernadores les van a dar dólares o pesos", interrogó el exministro de Economía, quien reivindicó los canjes de 2005 y 2010, a los que calificó de "muy razonables", y manifestó su temor a que el 15 por ciento de los holdouts que no entrarán en el acuerdo propuesto por el actual gobierno invoquen la cláusula "pari passu" y "aparezca de nuevo alguna cautelar" en la justicia estadounidense.

Kicillof también pidió que no se paguen comisiones a los bancos que intervendrán en la operación para colocar los títulos de deuda con los que el gobierno buscará obtener el efectivo con el que se abonará a los buitres.

Prat Gay, por su parte, respondió que "nos metimos en este barro porque es una cuestión que heredamos y tenemos la obligación de cumplir con nuestras promesas de terminar de renegociar la deuda para acceder al crédito externo".

Por último, Prat Gay subrayó que el gobierno anterior "se patinó las reservas del Banco Central en el pago a los bonistas".

Cabe recordar que el equipo económico trabaja contrarreloj para adecuarse a los tiempos que el juez Griesa impuso en la negociación con los fondos carroñeros más duros, entre ellos NML Capital y Aurelius, negociación que contempla pagarle en efectivo 4653 millones de dólares al 75 por ciento de los acreedores en litigio, que podría llegar al 85 por ciento de los bonistas si se suman los arreglos con fondos menores.