El bipartidismo estadounidense define hoy a sus candidatos con las elecciones internas simultáneas en los estados de Florida, Illinois, Misuri, Carolina del Norte y Ohio, donde se ponen en juego 1.159 delegados: 367 delegados republicanos y 792 demócratas.

Los primeros resultados, de acuerdo al New York Times, ubican a Hillary Clinton y Donald Trump como ganadores en Florida, mientras que aparecían liderando las internas en el resto de los estados en juego.

La excepción era la derrota parcial de Trump en Ohio a manos del gobernador local y candidato John Kasich, que marcha último con la peor cosecha de delegados para la elección final. Sin embargo, el multimillonario se anotó una victoria clave en Florida, donde le puso fin a la candidatura del senador por ese estado Marco Rubio.

El denominado Supermartes III es clave para los republicanos ya que el ganador se anota a su favor todos los delegados que están en juego.

En las primarias demócratas, la exsecretaria de Estado y exprimera dama superó las expectativas que marcaban las estadísticas al imponerse no sólo en Florida sino también en Carolina del Norte y estar cerca de quedarse con Misuri, donde se esperaba una victoria de Bernie Sanders.

En el Partido Demócrata, a diferencia de lo que ocurre en el Republicano, el reparto de delegados será proporcional al número de votos conseguidos por los candidatos en las primarias.

Para ganar la nominación republicana se necesita conseguir al menos 1.237 delegados y para la demócrata, 2.383 delegados.