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La crisis política que atraviesa el gobierno de Brasil se agravó esta noche tras la difusión de la grabación de una conversación en la que la presidenta Dilma Rousseff comunica a su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, que le enviaría el decreto en el que lo designa ministro para que lo utilice "en caso de necesidad" y para evitar que fuera preso por el escándalo originado por el desvío multimillonario de fondos de la petrolera estatal Petrobras.

"Estoy mandándote a Bessias (un asesor) junto con el papel, para que puedas tenerlo y usarlo en caso de necesidad, que es el término de la posesión", afirma Rousseff en su conversación con Lula. La charla fue grabada hoy mismo por la Policía Federal con autorizaci?n del juez Sergio Moro, que investiga la posible participación del exmandatario en el escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras.

El "término de posesión" es el documento que oficializa la designación de una persona para un cargo público, en este caso, hace oficial la nominación de Lula como ministro jefe del Gabinete Civil de la Presidencia. Con ese documento en su haber, Lula estaría ya protegido por los fueros propios de un ministro de Estado, por lo cual su arresto solo puede ser autorizado por el Supremo Tribunal Federal, que es la más alta corte del país.

En varias ciudades brasileñas se registraban hoy protestas contra Dilma y la designación como ministro de Lula, que estallaron después de que la Justicia divulgara un audio que sugiere que la mandataria designó a Lula como ministro para evitar que vaya preso.

La televisión mostró a una multitud concentrada en Brasilia, frente a la Plaza de los Tres Poderes. La seguridad fue reforzada ante la amenaza de que el Palacio del Planalto, sede de la Presidencia, podría ser invadido. También la avenida Paulista, en el centro de Sao Paulo, fue tomada por un mar de gente. En la zona sur de Río de Janeiro se registró un "cacerolazo" acompañado de bocinas, gritos y abucheos.