Al defender su postulación a la secretaría general de Naciones Unidas, la canciller Susana Malcorra sostuvo que "con mi experiencia y mis capacidades personales, tengo 25 años en el sector privado y más de 10 años en Naciones Unidas, creo que he visto el problema desde todos los ángulos. Estoy preparada para ocuparme a resolver las cuestiones de la mejor forma posible".

La titular del Palacio San Martín, consideró que la ONU debe "trabajar para las personas y el planeta", y habló de "facilitar la supervisión administrativa" para que "rinda cuentas a sus miembros, lo que significa transparencia a lo largo y ancho de la organización".

"Voy a hacer absolutamente todo lo posible para dar lo mejor. Mi compromiso es ser fiel a la carta, que quiere decir ser fiel a los estados miembros porque son quienes escribieron esa carta", enfatizó. La jefa de la diplomacia de la Argentina afirmó que el organismo "necesita mejorar la relación con las organizaciones regionales", ya que "no hay forma de que Naciones Unidas pueda cumplir con su labor por sí sola". "Concibo unas Naciones Unidas cuyo trabajo se centre en la primacía de la gente, del planeta y de la prosperidad compartida. En el mundo actual, la única forma de lograr un impacto es escuchando cuidadosamente a la gente y trabajando en sintonía con socios locales, regionales e internacionales", señaló.

Además identificó "la paridad de género como principal motor de cambio", la necesidad de implementar "una metodología de trabajo integral" para alcanzar las metas. "Es absurdo creer que el secretario general de las Naciones Unidas es el presidente del mundo. No es así, nada más lejos. El secretario general está aquí para servir a los estados miembros. No puede sustituirlos, puede plantear cuestiones pero la decisión está en las manos de los estados miembros", subrayó la canciller.

Malcorra explicó que su aspiración por la jefatura de la ONU "probablemente" tenga que ver con el hecho de haber estado "tan cerca del proceso de toma de decisiones" y con la posibibilidad de haber visto "cómo esas decisiones pueden hacer un cambio en la vida de las personas". "La prioridad es seguir en la línea de la organización, pensar en las prioridades de los estados miembros, encontrar un equilibrio entre ser un administrador y un político que tome las decisiones. Espero poder hallar ese equilibrio", se esperanzó.

Además, destacó que "el secretario general debe ser un asesor silencioso para los estados miembros, que si es necesario esté dispuesto a intensificar ese tono", y prometió "trabajar en la consolidación de la paz en todos los sentidos". "América latina siempre ha respetado la rotación regional. Consideramos que podía ser justo que Europa del Este (ocupara la secretaría general) pero al haber nuevas candidaturas fuera de Europa del Este, nos planteamos que lo más sensato era que se pudiera examinar mi candidatura: por eso estamos aquí. Ustedes deciden", indicó.

"Tengo la convicción de que esta organización puede ir más allá de lo que ha hecho hasta ahora. Espero poder ganarme su confianza y que me empoderen para liderar la organización y llevarla al lugar donde todos pensamos que debería estar en este siglo XXI", concluyó.