Tras permanecer prófugo durante algunas horas, el sacerdote católico colombiano Juan Diego Escobar Gaviria se entregó anoche ante los Tribunales de la ciudad entrerriana de Nogoyá, donde se le inició una causa por abuso sexual de al menos dos niños. Quedó alojado en la Jefatura Departamental de Policía de esa ciudad a la espera de ser indagado por el fiscal Federico Uriburu.

El cura era el responsable de la parroquia San Juan Evangelista, de la localidad de Lucas González, 133 kilómetros al sudeste de la ciudad de Paraná, y tras las denuncias fue apartado de ese cargo por orden del arzobispo Juan Alberto Puiggari.

Escobar Gaviria fue denunciado por monjas de esa localidad, tras lo cual una de las víctimas, un niño de 11 años, declaró en cámara Gesell y ratificó que fue abusado. El juez de Garantías de Nogoyá Gustavo Acosta ordenó ayer, pasadas las 13, la detención del cura. En tanto, se prevé que hoy declare al menos otro de los chicos que habría sido víctima del religioso.