00:00 › LO DECLARÓ EL PRESIDENTE PERVEZ MUSHARRAF
Además, ordenó un fuerte despliegue militar en la capital, suspendió la Constitución y desplazó al presidente de la Corte Suprema que en los próximos días debía pronunciarse sobre la legitimidad de su reciente reelección. Estados Unidos y la Unión Europea difundieron expresiones de preocupación. Musharraf dijo que debe prevenir la creciente violencia de extremistas religiosos y terroristas.
En la capital, Islamabad, las tropas rodearon el palacio presidencial y la Corte Suprema. Los canales privados de noticias de cable dejaron de emitir. Según fuentes de la oposición, fueron detenidos además numerosos críticos del presidente.
En el puesto del hasta ahora máximo juez de la corte, Iftikhar Chaudhry -conocido por su oposición a Musharraf- fue nombrado el jurista Abdul Hamid Dogar. El juramento fue tomado por el propio Musharraf.
Asimismo, en el decreto del presidente se prohíbe a los tribunales del país emitir fallos contra el mandatario, que justificó la medida con la inestabilidad que vive el país.
En un discurso por televisión, Musharraf señaló que la decisión de decretar el estado de excepción era necesaria para frenar una "peligrosa situación" en vista de la creciente violencia de extremistas religiosos y terroristas.
Advirtió que cualquier pasividad habría llevado al país al suicidio. "Y yo no puedo permitir ese suicidio", aseguró. "Ahora estamos ante un gran examen". Agregó que en sus decisiones el bien de Pakistán siempre está "en primer lugar". "Estamos en un momento muy crítico". También prometió un rápido regreso a la democracia.
Musharraf también calificó a la Corte Suprema del país como principal obstáculo en la lucha contra el terrorismo, y afirmó que sus dictámenes eran la principal razón de su declaración del estado de excepción. "Las fuerzas de orden público están desmoralizadas porque sus funcionarios están siendo condenados por la corte", agregó en el discurso.
"Los extremistas están vagando libremente por el país. No le temen a las fuerzas de orden público porque no pueden tomar decisiones, debido a las inciertas circunstancias", agregó.
Un tribunal había reprendido a las agencias de inteligencia del país por detener ilegalmente a cientos de sospechosos de terrorismo. Chaudhry había ordenado que decenas de estas personas fueran llevadas ante la corte y liberadas en caso de no estar acusadas de crimen alguno, lo cual causó la ira de los servicios de inteligencia.
Pocos después de la declaración del estado de excepción, una comisión de ocho miembros de la Corte Suprema rechazó la decisión de Musharraf, y declaró nulo el decreto. El tribunal, de once miembros, fue encabezado por el juez Chaudhry.
El comité determinó que no podría haber acción alguna que viole la independencia del Poder Judicial. Tras este hecho, el destituido juez Chaudhry fue detenido. El presidente ya había suspendido a Chaudhry en marzo pasado por oponerse a su reelección. La suspensión generó violentas protestas entre la población. Tras un fallo de la Corte Suprema, el juez había sido restituido luego en el cargo.
El tribunal estaba a punto de anunciar su decisión acerca de si Musharraf tenía derecho a presentarse para su reelección a principios de octubre. La oposición calificó de ilegal su candidatura por ser también jefe de las fuerzas armadas, algo que prohíbe la Carta Magna. Musharraf consiguió entonces ser confirmado por otro mandato por el Parlamento en una elección boicoteada por la oposición.
El 15 de noviembre terminaba su actual mandato y debía volver a jurar el cargo. Con el estado de excepción permanece como jefe del Ejército y también como presidente.
Musharraf ya había amenazado con adoptar esta medida varias veces en las últimas semanas, debido a la inestable situación en el país por la presión tanto de los islamistas como de la oposición.
Según medios occidentales, la líder opositora Benazir Bhutto regresó hoy mismo de una visita familiar en Dubai a Pakistán y aterrizó esta noche en el aeropuerto de Karachi. Según los canales CNN y BBC, no está claro si será detenida o expulsada del país por las autoridades.
Un portavoz del Partido del Pueblo de Bhutto había dicho que la líder no aceptaba el estado de excepción.
Bhutto acaba de regresar hace dos semanas y media a Pakistán tras pasar ocho años en exilio voluntario. A su llegada, cuando se encontraba rodeada de decenas de miles de seguidores, hubo un atentado suicida contra su convoy que dejó 140 muertos.
Musharraf llegó al poder tras un golpe incruento en 1999 y en los últimos meses su popularidad ha caído en picado. Fue reelegido sólo gracias a la mayoría con que cuenta en los parlamentos y por el boicot de la oposición.
Hasta el 15 de enero debían renovarse sin embargo los órganos legislativos, y se esperaba un importante avance de la oposición. La ley que regula el estado de excepción establece que Musharraf puede retrasar ahora las elecciones un año.
Fuente: DPA
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