Macri ratificó su postura a favor de analizar la derogación del impuesto al cheque, como propuso la mandataria en la reunión que esta semana mantuvo con gobernadores oficialistas y aliados, pero sostuvo que, más allá de este tema, una de las prioridades es sentarse a "discutir el presupuesto en serio" poniendo así "el caballo adelante del carro".

"Hay que saber cuáles son nuestras prioridades como país, sin más posibilidad de que el jefe de Gabinete cambie la mitad del presupuesto con su lapicera sin que nadie pueda debatirlo", advirtió Macri, un día después de que se confirmó su invitación a la Casa Rosada para la segunda quincena de abril, junto a otros gobernadores no oficialistas.

Al preguntársele sobre la expectativa que abriga en torno al encuentro, el jefe del Ejecutivo porteño advirtió sobre la decepción que suele sentir al salir de este tipo de reuniones con la Casa Rosada. "Siempre voy con esperanza, siempre vuelvo desilusionado", lamentó.

Sin embargo, manifestó estar dispuesto a sobreponerse a esa sensación: "Iré con la misma esperanza juvenil y romántica de iniciar una etapa para que podamos encarar algunas cosas juntos" con la Nación, remarcó y añadió que "nuestra vocación es trabajar juntos en algunos de los proyectos que están pendientes en la ciudad de Buenos Aires".

En cuanto al compromiso de la primera mandataria de analizar la derogación del impuesto al cheque de cara a la discusión del presupuesto 2011, Macri se manifestó a favor.

"Coincido con que el impuesto al cheque es distorsivo y si debe continuar, tendría que ser a cuenta de Ganancias, con lo cual el 100 por 100 es coparticipado automáticamente", analizó. Macri insistió, no obstante, que la prioridad pasa por debatir "en serio el presupuesto".

"Nadie tiene la menor idea de a dónde va a parar la plata de nuestros impuestos. Vemos todos los días con susto subsidios, despilfarros y corrupción en Aerolíneas, por caso, y así podríamos llenar una hora de audición de la cantidad de gastos que no representan la prioridad de la gente", alertó.

Convencido de que la prioridad de los argentinos pasa por una solución a los temas de "seguridad y la inflación", el jefe de Gobierno porteño insistió en advertir sobre la "falta de control" de los fondos públicos "por parte del Congreso". Parlamento que, a su juicio, "aprobó a libro cerrado el presupuesto anterior y que ahora encima ni siquiera refleja lo que está pasando".