Macri, en diálogo con la prensa tras la ceremonia de izamiento, sostuvo que hoy "es un día para reflexionar, para estar contentos y para comprometernos con el futuro y con el trabajo que necesita el país".

Entendió que el Bicentenario "nos tiene que encontrar unidos, trabajando, bajando el nivel de conflicto. Hemos tenido una sucesión de fiestas muy lindas en estos días".

El jefe capitalino manifestó su expectativa de que "en los próximos meses, y sobre todo a partir de la elección presidencial del año que viene, arranque una nueva Argentina, donde aquel al que le toque gobernar cuente con el apoyo de los que no gobiernan, y que los que no gobiernan cuenten con el respeto de los que gobiernan".

Además, Macri confirmó su asistencia a la cena oficial que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezará en el Salón Blanco de la Casa Rosada. Sobre la fiesta de reapertura del Teatro Colón, Macri dijo que se trata de "una más de las fiestas que hemos tenido, y además ligada a un trabajo previo que llevó más de 2 años, donde miles de argentinos se comprometieron trabajando con seriedad, con profesionalismo".

Macri llegó a las 8.10 al mástil ubicado en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno, y procedió al izamiento del pabellón nacional, acompañado por el himno interpretado por la banda militar, y con presencia del Regimiento de Patricios.

Estuvieron además el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el secretario General del Gobierno de la ciudad, Marcos Peña; funcionarios de la Ciudad, representantes de credos religiosos y un descendiente del patriota Manuel Belgrano.

Tras el izamiento, Macri ofrendó una corona de laureles a la Pirámide de Mayo, en el 199 aniversario de su emplazamiento, y luego saludó a alumnos de escuelas primarias venidos del Interior del país frente al Cabildo, para finalizar en la Casa de la Cultura de la ciudad donde hubo chocolate y churros.