• SUBNOTA
El canciller Héctor Timerman afirmó que el gobierno argentino "no va a caer en ninguna provocación" y "no se apartará del camino de la ley, la diplomacia y la paz", en relación a los ejercicios militares programados por el Reino Unido en las Islas Malvinas.
"Estamos muy preocupados por este aceleramiento o provocación que hace el Reino Unido, pero no vamos a caer en ninguna provocación y no nos vamos a apartar de lo que marca la ley, la diplomacia y la paz", dijo Timerman en declaraciones a la prensa, tras encabezar un acto en la Cancillería.
El titular del Palacio San Martín señaló que "hay una confusión muy grande, ya que el sábado la embajadora inglesa le dijo a nuestro vicecanciller que no tenía idea que los ejercicios con misiles estaban sucediendo, y hoy nuestro encargado de negocios en Inglaterra fue llamado por el Foreign Office, que dice que siempre le avisaron a la embajada inglesa en Buenos Aires".
"Ellos mismos están entrando en una contradicción", dijo Timerman, y volvió a aclarar que el gobierno argentino "no ha tenido nunca un aviso" sobre estos ejercicios.
Para el funcionario, estos ejercicios militares "incorporan un hecho de una inusual gravedad en una zona que la Argentina quiere mantener en paz, sin dejar de reclamar un solo momento nuestros inalienables derechos sobre las Islas Malvinas".
Tras señalar que ayer el embajador argentino ante la ONU, Jorge Argüello, presentó una denuncia ante ese organismo, dijo que se espera para el día de hoy un documento de la UNASUR, apoyando el reclamo argentino, y se está preparando también una presentación ante el Grupo Río. Por último, ante una consulta, dijo no estar sorprendido por el tema, ya que había leído "en varias oportunidades en medios ingleses sobre la posibilidad de un escalamiento nacionalista que involucre a las Malvinas".
Timerman encabezó este mediodía un acto de entrega de premios a los arquitectos ganadores del concurso de anteproyectos de la nueva sede de la Cancillería, llamada Edificio Basavilbaso, que estará ubicada sobre la calle que lleva ese nombre y funcionará como un edificio anexo al Palacio San Martín.
Con este nuevo edificio, se buscará "preservar el patrimonio histórico y disponer del espacio adecuado para dependencias y áreas" del ministerio de Relaciones Exteriores, donde habrá nuevas oficinas de legalizaciones, biblioteca, mesa de entradas, y un jardín maternal. Además se relocalizará el Archivo de la Cancillería, que funcionaba en un edificio en el barrio de Barracas, en la avenida Vélez Sarsfield y Zepita.
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