Álvarez Guerrero entregó el gobierno en 1987 a Horacio Massaccesi, quien triunfó con el 38 por ciento de los sufragios y una diferencia de apenas 2,7 puntos sobre su seguidor.

En 1989, el candidato presidencial justicialista, Carlos Menem, ganó en Río Negro con el 47 por ciento, contra el 42 del radical Eduardo Angeloz; pero Massaccesi pudo ser reelegido dos años después, cuando consiguió 10 puntos más que los obtenidos para el primer mandato. Mientras que el peronismo perdió una porción similar de votantes y cayó a su peor nivel histórico, 27 por ciento.

Tras los ocho años de Massaccesi, las elecciones de 1995, que dieron la reelección a Menem, consagraron una nueva victoria local del radicalismo con la fórmula que lideró Pablo Verani, por sólo el 0,30 por ciento de los sufragios, gracias al plus de votos provenientes del Frente País Solidario, que llevaba la fórmula de José Bordón y Carlos Chacho Alvarez,

Verani renovó su mandato en 1999, al sacar 6 puntos de distancia al candidato peronista, mientras la fórmula de Fernando de la Rúa sacó en la provincia una distancia superior a los 30 puntos.

En 2003, fue electo Miguel Saiz, quien pudo sacar una luz de ventaja del 2 por ciento de los sufragios, mientras se convertía en una de las pocas provincias donde triunfó el candidato a presidente Néstor Kirchner, con un 35 por ciento, a gran distancia de la candidatura de Carlos Menem, que obtuvo el 17 por ciento.

Por último, en 2007, el gobernador radical Saiz se presentó a la reelección como parte de la concertación que promovió la fórmula Cristina Fernández-Julio Cobos y ambas triunfaron. Saiz fue reelegido por el 47 por ciento, 7 puntos por encima de la fórmula peronista que encabezó Miguel Pichetto, quien se jugó sólo, sin la protección nacional que estuvo del lado radical.