Según informó el canciller uruguayo Luis Almagro, los presidentes de los países miembro del bloque -Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela- resolvieron además llamar a consultas a sus respectivos embajadores en esos países europeos.

Según Almagro, la acción de los países fue considerada por los mandatarios sudamericanos como "infundada, discriminatoria y arbitraria, en una flagrante violación de los preceptos del derecho internacional".

"La situación vivida por Morales es propia de una práctica neocolonial, es una acto insólito, de enemistad y hostil que viola los derechos humanos y afecta la libertad de tránsito, desplazamiento e inmunidad de los que goza todo Jefe de Estado", consideraron los mandatarios de acuerdo con el canciller.