Por primera vez desde hace seis años, la Federación Universitaria de Buenos Aires realizará su congreso para renovar autoridades con la presencia de los trece centros de estudiantes de la UBA. El desembarco de las agrupaciones herederas de Franja Morada y sus aliados son el principal enemigo que enfrentará la hegemonía construida por la izquierda. Para continuar en la conducción, el Frente 20 de Diciembre buscará lograr un acuerdo con sectores independientes, que crecieron en los últimos años. Las negociaciones continuarán hasta el mismo sábado.

“El congreso va a ser un enorme triunfo de los estudiantes, porque fue convocado por los trece centros de la UBA”, dijo a Página/12 Christian Henkel (PO), copresidente de la FUBA. “Vamos a hacer un congreso abierto en el que esperamos que los espacios de la Franja Morada participen”, agregó el dirigente. El congreso está convocado para las 12 del sábado, en la sede que la Facultad de Psicología tiene en Independencia al 3000.

La posibilidad de que los espacios reformistas, vinculados con Franja, se impongan en la conducción de la Federación es el eje de las idas y vueltas entre los dirigentes. Por eso, para el frente de izquierda que preside la Federación desde hace siete años, “la propuesta es avanzar en un frente más amplio, sumando a los independientes”, según explicó Henkel. Sucede que el frente que, además del PO, nuclea a la CEPA (PCR), al MST y otras agrupaciones, en los últimos dos años bajó su caudal de votos y por lo tanto también su representación al congreso. En cambio, los espacios independientes crecieron allí donde la izquierda sufrió una baja en la adhesión de los estudiantes, y por ello será importante la definición política que adopten.

El congreso estará marcado por la probable participación del centro de estudiantes de Ciencias Económicas, la facultad más poblada de la UBA, tras varios años en los que no se lo admitió por irregularidades en las elecciones. Allí, la conducción está en manos de Nuevo Espacio (NE), agrupación derivada de Franja. Carlos Jara, consejero de NE, aseguró que “por supuesto” participarán del congreso, aunque consideró que “es un misterio dónde y cuándo se hace”. Para intentar alcanzar la presidencia de la FUBA, NE buscaría asociarse con viejos aliados, como los socialistas del MNR, además de otros espacios de origen radical que tampoco venían participando de la Federación. “Todavía no tenemos nada armado, en esta semana veremos cómo llegamos”, aseguró Jara.

Las posibilidades para Nuevo Espacio se ven reducidas porque de aquel grupo de raíz morada, sectores con caudal de delegados como el QRS de Medicina y la Alianza de Farmacia ya se posicionaron en la Construcción Plural Universitaria, junto a la Lucía Cullen y La Mandrágora de Sociales. Estas agrupaciones llamaron “a todos los estudiantes y sectores de la universidad a asistir (al congreso) con el objetivo de construir un espacio de representación gremial en defensa de los derechos de todos los estudiantes de la UBA”.

En este escenario, las agrupaciones independientes pasaron a ser una especie de pivote en el que todos quieren apoyarse. El espacio UBAi responde a un puñado de listas que detentan la secretaría general de la FUBA. “El escenario se va a polarizar si se presenta la Franja. Pero nosotros no tenemos decidido integrar un frente que pelee por la presidencia”, dijo a este diario Fernando “Coco” López, alumno de Ingeniería y actual secretario general de la federación. “Vamos a intentar dejar clara nuestra posición –agregó López– y repetir la experiencia del año pasado”, cuando lograron consolidarse.

“Una FUBA conducida por la Franja es algo que vamos a intentar evitar. Pero tampoco vemos con buenos ojos a la actual conducción de la Federación”, apuntó Itaí Hagman, dirigente de la agrupación Julio Antonio Mella, que logró la presidencia en los centros de Exactas y de Sociales, además de hacer un buen papel en Económicas, donde logró la segunda posición. “Tenemos que hacer que la FUBA deje de verse como un apéndice de algún partido y vuelva a ser la herramienta gremial que deber ser”, agregó el estudiante, definiendo la reticencia del espacio a conformar un frente común tanto con la izquierda como con los morados.