Los estudiantes universitarios de diversas agrupaciones kirchneristas avanzan en la fundación de una nueva central gremial paralela a la Federación Universitaria Argentina (FUA), que desde 1983 es comandada por la Franja Morada, brazo estudiantil de la UCR. El colectivo de alumnos que trabaja en este proyecto aspira a contener a una mayor diversidad de fuerzas políticas. Ya trazaron un “plan de acción”: aseguraron que conformarán, en los próximos días, una comisión normalizadora encargada de recorrer el país y darles representatividad gremial a las federaciones que la FUA actualmente no reconoce. La comisión fomentará también las elecciones de centros de estudiantes que estén pendientes e intervendrá en las que presenten “irregularidades”. El paso siguiente será llamar a un congreso nacional de centros de estudiantes.

Los principales argumentos que La Cámpora, el Movimiento Evita, Nuevo Encuentro, PCCE, parte de la JUP y otras listas esgrimen contra la conducción de la FUA giran en torno de la “arbitrariedad” en la normalización de los órganos gremiales estudiantiles, y en la “poca transparencia” de las elecciones de sus autoridades. Además, se le endilga a la Franja Morada la responsabilidad de “vaciar de contenido” a la FUA, “no ser parte de las luchas estudiantiles” y “no tomar posición en los principales debates nacionales”.

El primer documento para transitar el camino de una nueva federación estudiantil universitaria “participativa y democrática” incluye la necesidad de “un estatuto claro y público que establezca las normas en cuanto a sus fines, objetivos, derechos, deberes, acciones y proceso eleccionario”. La “federación del cambio de época –sostiene el texto– debe visibilizarse más para dejar de ser un organismo accesible sólo a los partidos políticos. El estudiante debe saber que existe y que puede acudir a ella. Es necesario crear, entonces, las sedes sociales de la nueva federación en cada universidad nacional”.

“La idea no es crear una federación K o anti K. La antinomia que planteamos es una federación democrática o antidemocrática –le dijo a este diario el presidente de la Federación Universitaria de Río Cuarto, Franco Ayesa (MPE-Camilo Cienfuegos)–. Lo primero es una cuestión institucional. Hay que establecer reglas de juego claras, condiciones democráticas, hay que terminar con la arbitrariedad para definir la cantidad de congresales.” Ayesa denunció que en el congreso de la FUA realizado el fin de semana en Córdoba “no se respetaron las elecciones de todos los centros de estudiantes”. Hubo procesos electorales en San Juan, Córdoba y Salta, y “en ningún caso fueron reconocidos por la Franja Morada”. En ese congreso, la Franja renovó su conducción por dos años más, un frente de peronistas y kirchneristas logró el segundo lugar, y una coalición de izquierda el tercero.

“Estamos atravesando el proceso de construcción de esta nueva federación”, dijo la presidenta de la Federación Universitaria de Cuyo, Cristina Ruiz (Miles en el ENLP). “Hay muchas universidades que no están siendo reconocidas por la FUA, así que hay que invitarlas a formar parte de este proyecto, a ellas y a todos los diversos sectores.” Ruiz destacó el encuentro del sábado pasado, realizado en Sociales (UBA), que reunió al colectivo de estudiantes de cara al proyecto: “Marcó un hito –dijo–, es el comienzo de un nuevo movimiento estudiantil. Hay que aprovechar este momento histórico para profundizar la normalización de las federaciones”.

“Es una necesidad de entablar este debate genuino con todas las fuerzas estudiantiles –agregó el ex secretario de la Federación Universitaria de Córdoba Camilo Serra (La Bisagra)–. Más allá de quiénes lo convoquen, los estudiantes deben tener una herramienta distinta para defender sus intereses.” La propuesta de Serra para avanzar en este sentido repite una estrategia común: “Fomentar el armado de centro de estudiantes y comenzar un proceso normalizador de las federaciones”. “Esto no es dividir al movimiento estudiantil –advirtió–. Actualmente la FUA no sesiona, es prácticamente un sello de goma, hay que llenar ese espacio de contenido.”

Informe: Agustín Saavedra.