Para debatir sobre la producción y la enseñanza del diseño como disciplina y para repensar la práctica profesional del diseñador en todas sus variantes, durante esta semana transcurrió la Primera Bienal Nacional de Diseño organizada por la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA. La bienal contó, entre otras actividades, con jornadas desarrolladas en el Parque de la Memoria y en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA), donde los estudiantes participaron de intervenciones performativas vinculadas con los derechos humanos. “Queremos mostrar que en la universidad pública hay otra concepción del diseño, que es la de mejorar la calidad de vida de la gente”, le dijo a Página/12 Pablo Salomone, a cargo de la organización del evento, que culminará hoy en el Centro Cultural Dorrego.

Las autoridades de la facultad –donde, además de Arquitectura, se cursan los diseños Gráfico, de Indumentaria y Textil, Industrial y del Paisaje– destacaron “el hecho histórico” de salir a la calle a mostrar lo realizado puertas adentro de la universidad. “Pretendemos sacar a la calle lo que hacemos en la facultad y mostrar lo que hacen nuestras carreras de diseño. Venimos transformando el espacio y la cultura urbana y queremos demostrar cómo contribuimos para realizar algo mejor”, expresó Guillermo Cabrera, secretario académico de la FADU. Salomone, subsecretario académico de la facultad, consideró: “Mediáticamente está instalada la idea del diseño como un marcaje del estatus social. Queremos mostrar que en la universidad pública hay otra concepción del diseño, que es mejorar la calidad de vida de la gente, cambiar las condiciones objetivas y simbólicas de la vida y las condiciones de acceso a la educación y a la cultura”.

Como parte de la bienal, los estudiantes de Diseño de Indumentaria realizaron una actividad de intervención en el Parque de la Memoria. Allí, cerca de un centenar de jóvenes dispusieron maniquíes moldeados a partir de los cuerpos de los alumnos. Los maniquíes fueron colocados de cara al río, en homenaje a los desaparecidos en la dictadura. Según le dijo a este diario Marcela De Zen, titular de la materia que llevó a cabo la iniciativa, se trató de “una acción performativa”, cuyo propósito era desarrollar “la representación del cuerpo cuando ya no está. Los que no están siguen estando a través de estos atributos y de estos significados que uno le pone a la forma”, dijo De Zen. También destacó la importancia de demostrar “cómo desde una estrategia de diseño se puede contribuir a una vida mejor. Muchas veces se hacen proyectos que la sociedad no conoce y quedan en la facultad. La idea de la bienal fue salir al exterior y mostrar la producción que contiene un valor cultural y social enorme y tratar de integrarlo en la sociedad”. Para Salomone, la intervención sirvió, además, para romper con cierto “prejuicio con la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil, que la vincula con la idea de la moda”.

Julieta Alvarez, estudiante de 25 años que participó de la actividad en el Parque de la Memoria, contó: “Me gustó la experiencia. Venir a trabajar el tema de la identidad y relacionarlo con la dictadura es importante, porque se genera conciencia y además es un homenaje para mostrar que los desaparecidos no están en presencia física pero sí están presentes entre nosotros”. Consideró que “el diseño traspasa lo estético y lo bello, por eso la idea de la actividad era demostrar que no hay un canon de belleza a seguir. Demostrar que en la carrera no diseñamos para un cuerpo perfecto, sino para adquirir como diseñadores una conciencia social”.

En la ex ESMA se desarrolló un taller colectivo, en el que participaron docentes y estudiantes. Pintaron dos piezas de gran formato para reflexionar sobre temas vinculados con los derechos humanos. “Fue una sorpresa ver cómo se fundieron los lenguajes de cada uno en un gran guiso gráfico. Creo que fue una experiencia única por ser un evento público y por salir del edificio de la facultad y abordar una actividad colectiva relacionada con lo que estudiamos. El hecho mismo de juntarnos acá, en el mismo espacio donde estuvieron secuestrados en la última dictadura estudiantes de nuestra facultad y llevar a cabo un proceso creativo en forma conjunta es muy significativo”, dijo Andrés Vanney, alumno de Diseño Gráfico que participó de la actividad.

Durante toda la semana se llevaron a cabo en la facultad un centenar de workshops, que consistieron en intervenciones realizadas por los propios alumnos y que fueron coordinadas por los profesores. “Quisimos convocar a los estudiantes de diseño a pensar no en el objeto, sino en el evento. No diseñamos a partir del control, sino a partir de un acto abierto. Imaginamos cómo puede ser, pero no sabemos cómo va a ser ni qué es lo que va a ocurrir. Ese acontecimiento es lo que estamos buscando”, explicó Carlos Campos, profesor de la materia Representación Arquitectónica. La actividad que coordinó, “Puente aéreo”, consistió en arrojar cientos de aviones de papel desde los pisos superiores hacia el patio central de la facultad. “El registro que queda me parece muy atractivo. Me interesa qué pasa mientras se está haciendo algo, esto es, qué se está desarrollando en el proceso entendido como una acción de diseño”, dijo Magdalena Tagliabue, estudiante de Arquitectura de 24 años.

De la bienal participaron docentes y estudiantes de la FADU, pero también de la Red Argentina de Carreras de Diseño en Universidades Nacionales (Disur). Hubo actividades en Tecnópolis –donde se expusieron trabajos de alumnos–, Ciudad Universitaria, la Casa del Bicentenario y el Centro Cultural Dorrego. En la facultad tuvo lugar una “feria objetualia”, cuyo objetivo fue difundir los emprendimientos profesionales y comerciales de los docentes de la casa. Por último, se desarrolló un simposio sobre los “Desafíos al Diseño en el Siglo XXI: Pensar el nuevo paradigma global desde una perspectiva local y regional”. La bienal culminará hoy en el Centro Cultural Dorrego, cuando a partir de las 16 haya desfiles y proyecciones de videos, en una actividad organizada por la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil.

Informe: Federico Funes.