El congreso de la Federación Universitaria Argentina (FUA), que se realizó durante el fin de semana en La Pampa, dejó como datos salientes, más allá del previsto triunfo de la radical Franja Morada, la ausencia de las agrupaciones del kirchnerismo y sus aliados –nucleados desde la ruptura de 2012 en la FUA de los Estudiantes–, la consolidación del peronismo de la JUP como segunda fuerza y la aparición, por primera vez, de dos mujeres en los principales cargos de la federación.

Después de las acreditaciones de los delegados, las actividades del 28º congreso ordinario de la FUA comenzaron el sábado a la tarde, en Santa Rosa, en instalaciones de la Universidad Nacional de La Pampa, donde confluyeron estudiantes de casi todas las provincias. Allí se organizaron las habituales comisiones de debate: se trataron cuestiones como la adhesión y participación de la FUA en la campaña nacional por el aborto legal, seguro y gratuito, la derogación de la Ley de Educación Superior, el reclamo de un boleto educativo gratuito y universal, el rechazo a la criminalización de la protesta social, entre otros temas.

Por la noche, el congreso se trasladó al Club General Belgrano de Santa Rosa. La militancia estudiantil cubrió las tribunas del estadio, mientras los dirigentes de las agrupaciones negociaban el armado de frentes y los apoyos cruzados. Ya durante la madrugada del domingo las agrupaciones presentaron las listas definitivas y se concretó el reparto de votos. El resultado final dejó a la Unión Nacional Reformista (Franja Morada más aliados), con 305 votos; la Juventud Universitaria Peronista (JUP), con 233 votos; el Frente 20 de Diciembre (Marea Popular, Frente Darío Santillán, CEPA-PCR, Izquierda Socialista), con 117; el Frente Amplio Universitario (los socialistas del MNR, Libres del Sur, GEN), con 106; el Frente de Izquierda (PO, PTS), con 50, y el Frente Revolucionario Universitario, con 14 votos.

Así, la conducción de la FUA seguirá en manos moradas. El nuevo presidente de la federación es Arturo Pozzali, estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas (UBA): dentro de la UCR milita en Cantera Popular y, a nivel universitario, en Nuevo Espacio, la agrupación creada por el radical Emiliano Yacobitti (dirigente de Cantera Popular) para sostener bajo un nuevo formato, después de la debacle de la UCR en 2001, el poder construido por Franja Morada. De hecho, desde aquella crisis de principios de siglo, la Franja porteña no lograba el apoyo nacional de la agrupación para alcanzar la presidencia de la FUA.

Por primera vez, la vicepresidencia de la federación quedó a cargo de una mujer: Josefina Mendoza, de la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires, también militante del radicalismo universitario.

Como segunda fuerza, la JUP también decidió llevar a una mujer a la secretaría general: se trata de Constanza Bosio, alumna de Sociología, en la UBA. Sin la participación de las agrupaciones kirchneristas de Unidos y Organizados, la JUP concentró a diversos sectores del peronismo nacional, tanto sectores oficialistas (sciolistas, por ejemplo) como opositores (massistas, por ejemplo).

Antes de la elección, en el Parque Oliver, cerca de la sede del congreso, representantes de las federaciones universitarias de Buenos Aires, La Plata y Comahue, así como de centros estudiantiles de Córdoba, Rosario, Salta, Santa Fe y Tucumán, entre otros, jugaron un partido de fútbol para denunciar que la Franja Morada juega contra los estudiantes. “Se convoca un congreso durante el Mundial, sin presentar ningún tipo de debate –aseguró Adrián Lutvak (La Mella), copresidente de la FUBA–. La Franja Morada estaba interesada en convertir este congreso en un acto del Unen.” Y la presidenta de la FULP, Clara Condenanza (COPA), agregó: “Es una lástima que la FUA quede tan vaciada, nosotros queremos una federación que se ponga a la cabeza de la lucha por un boleto educativo nacional y una nueva ley de educación superior. Nosotros nos jugamos por otra FUA”.