UNIVERSIDAD › EL CRECIMIENTO DE LA PLANTA DE INVESTIGADORES CIENTIFICOS
En 2003, el Conicet tenía 3 mil científicos y ahora, con el ingreso de 830 nuevos investigadores, superará los 10 mil. El titular del organismo destaca la expansión del área y, ante las elecciones nacionales, advierte sobre la necesidad de seguir impulsando a la ciencia.
El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) anunció el ingreso de 830 nuevos investigadores a partir del año próximo, un 11 por ciento más respecto de los admitidos en la convocatoria de 2014. Con estas incorporaciones, el organismo alcanzará un volumen de más de 10 mil científicos en todos el país –son unos 9200 este año–, multiplicando varias veces los tres mil que contaba en 2003. Además del crecimiento de la planta, en la última década también comenzó a modificarse la radicación de los científicos: mientras en 2003 el 75 por ciento de los recursos humanos del Conicet se concentraba en grandes localidades urbanas –Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Rosario, etc.–, hoy ese porcentaje se logró bajar al 69 por ciento. En diálogo con Página/12, el presidente del Conicet, Roberto Salvarezza, celebró el fortalecimiento del área de ciencia y técnica, al tiempo que insistió en la necesidad de seguir dándole impulso para estar a la altura de las posibilidades productivas del país. A pocos días de las elecciones nacionales, advirtió: “Si vamos a volver a un país donde la producción primaria y la especulación financiera son las principales actividades, obviamente no se necesita un sistema científico y tecnológico”.
–¿A qué responde el incremento de un 11 por ciento en la incorporación de investigadores?
–Nosotros hemos establecido en nuestro plan institucional un incremento del 10 por ciento anual en los ingresos respecto del año anterior. Este año hemos cumplido esa meta y hemos podido avanzar incluso un poquitito más. Este crecimiento sostenido ha permitido que el Conicet pase de tener tres mil investigadores en el año 2003 a tener un plantel de 9200, y con estas 830 incorporaciones que tendremos el año que viene estaremos superando los 10 mil investigadores. Tenemos los mejores números de Latinoamérica en cuanto a personal dedicado a investigación, pero aún estamos por debajo de los países que tienen más desarrollo. Si uno mira la necesidad de profesionales que vamos a tener en investigación para los próximos años, y toma simplemente el caso de la explotación de hidrocarburos en los yacimientos no convencionales, ve que necesitamos más geólogos, químicos, ingenieros en materiales, físicos. Y si pensamos que esto se va a repetir en otras áreas, como pueden ser litio o biotecnología vegetal, vamos a ver que necesitamos más investigadores.
–Dentro de estos nuevos investigadores se encuentran aquellos que ingresan por la convocatoria periódica y otros destinados a temas estratégicos. ¿Cuáles son estos temas estratégicos y en relación con qué se definen como estratégicos?
–Los temas estratégicos se definen en relación con un plan del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que es el plan Argentina Innovadora 2020. Allí están puestas las áreas prioritarias que tiene el ministerio para los próximos años, que son agroindustria, ambiente y desarrollo sustentable desarrollo social, energía, industria y salud. Es decir, lo que hacemos es preguntarle al Estado los temas que consideran estratégicos para el futuro y volcarlos en las convocatorias.
–¿La intención es mejorar también la distribución geográfica de los investigadores?
–Sí, lamentablemente la concentración que tenemos de recursos humanos es muy asimétrica. Nosotros partimos en el año 2003 de una concentración del 75 por ciento de recursos humanos en las zonas centrales –Córdoba, Buenos Aires, La Plata, Bahía Blanca, Santa Fe, Rosario–, mientras que el resto del país se llevaba el 25 por ciento. Hemos iniciado en los últimos años un fuertísimo empuje para cambiar esto y ahora ya estamos en una proporción de 69/31. Por ejemplo, en la convocatoria general hay un cupo del 25 por ciento que se reserva para aquellos investigadores que están en zonas no centrales y también hemos puesto en juego los Centros de Investigación y Transferencia (CIT), donde el Conicet pone una serie de herramientas para facilitar la relocalización de investigadores y para tener becas en forma preferente en ese lugar, en proyectos orientados definidos por la universidad local. En este momento tenemos ocho CIT en el país, lo que nos ha permitido radicar 360 investigadores becarios y técnicos en dos años. No es un problema solamente de equidad, de que todo el mundo tiene que tener las oportunidad de hacer ciencia en todo el país, y no solo en Buenos Aires, sino también que éstos CIT nacen con una definición prioritaria para los temas de impacto regional.
–¿No hay riesgo de que el ingreso masivo a la carrera académica genere luego dificultades en el ascenso?
–No, el Conicet tiene ya toda una estructura de promociones muy aceitada. Obviamente, la promoción se hace en base a méritos de los investigadores, para lo cual evaluamos las capacidades que tienen no sólo en sus publicaciones, sino en la participación en los proyectos aplicados. El patrimonio que tiene el investigador no son sólo los papers que publica, esa es la mirada que se tenía hace unos años, sino que ahora también hay otros elementos de juicio como los proyectos, las patentes, el desarrollo de nuevas tecnologías.
–Luego de estos años que usted señala como de fuerte impulso a la ciencia, ¿qué expectativas tiene frente al inminente cambio de gobierno?
–Creo que tenemos algunas definiciones muy claras por parte de distintos actores. Personalmente, creo que ha sido Daniel Scioli el que ha mostrado el mayor compromiso. De hecho, tuvimos una reunión en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo, en la cual él firmó un compromiso de que va a seguir apoyando la expansión del sistema científico y tecnológico bajo la mirada del desarrollo más innovación, y también con el sistema educativo. Hubo un compromiso en esa reunión para aumentar el presupuesto de ciencia y técnica al 1 por ciento del PBI, que en este momento está alrededor de un 0,6. Ha manifestado de forma reiterada que va a dar un apoyo muy fuerte a la ciencia y técnica porque su esquema es un país de desarrollo, industria e innovación, y eso requiere un sistema científico y tecnológico. De los otros candidatos he escuchado mucho menos, y la verdad es que no tengo en claro qué van a proponer. La gente debería pensar que los sistemas de ciencia y técnica están relacionados con los modelos de país que se siguen, y que si uno va a volver a un país donde la producción primaria y la especulación financiera son las principales actividades económicas, obviamente no se necesita un sistema científico y tecnológico, cosa que ha pasado en los años 90 claramente, cuando los científicos no tenían cabida.
Entrevista: Delfina Torres Cabreros.
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