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“Taken”, el miedo a la abducción con el sello de Steven Spielberg
La miniserie sobre invasiones extraterrestres producida por el director, y estrenada por HBO el año pasado, revitaliza un subgénero que explora en la paranoia y la naturaleza humana.
Por Horacio Bernades
Aunque su condición de electrodoméstico parecería condenarla a lidiar sólo con lo cotidiano, lo próximo y familiar, desde temprano la televisión se aventuró, cada tanto, en territorios de lo fantástico, lo desconocido, lo sideralmente distante. Con la insuperable Dimensión desconocida haciendo punta desde fines de los ‘50, poco más tarde, series como Rumbo a lo desconocido y Los invasores le pisaron los talones. Sobre esa huella volverían a pisar otras: V - Invasión extraterrestre (mediados de los ‘80) y ya en los ‘90, obviamente, Los expedientes X. En el siglo XXI, la que picó en punta fue Taken, que podría traducirse por Abducidos, y que a partir de la semana próxima el sello AVH comenzará a editar en video.
Producida por Steven Spielberg (que ya había estado detrás de Cuentos asombrosos y Band of Brothers), Taken es una miniserie integrada por diez episodios de 90 minutos, que la televisión estadounidense emitió a partir de diciembre del 2002 y a la Argentina llegó el año pasado, a través del canal premium HBO. Ahora, AVH la lanza en video y DVD. En el primero de esos formatos, la miniserie –que en la entrega anterior ganó el Emmy a la mejor en su rubro– se conocerá a razón de dos episodios por semana, en días más y hasta mediados de mayo. En DVD se presenta en una cajita que contiene seis discos y una buena cantidad de adicionales. Extraterrestres, pueblitos en medio del campo y relaciones entre padres e hijos: varias de las obsesiones particulares de Spielberg aparecen en Taken, aunque el papá de E.T. no figure oficialmente como director o guionista.
Toda miniserie favorece el relato en forma de saga, con cantidad de personajes evolucionando a lo largo del tiempo. Taken sistematiza estas características, al narrar una historia que abraza, a lo largo de medio siglo, cuatro generaciones pertenecientes a tres familias distintas. Todo empieza durante la Segunda Guerra cuando, en pleno combate aéreo, una flotilla estadounidense se encuentra con una visita inesperada: tres fuentes lumínicas de tono azulado, que de pronto aparecen en el cielo, dan unas vueltas y se pierden de nuevo en el espacio. De los nueve integrantes del escuadrón sólo sobrevivirá uno, acosado de allí en más por inusuales memorias de guerra. En sus recuerdos, Russell se ve a sí mismo (y a sus compañeros) en un laboratorio, sometido a extraños experimentos por parte de médicos alemanes. Con el tiempo comenzará a sospechar que podría no haberse tratado exactamente de médicos y mucho menos alemanes. Tal vez no se trate siquiera de seres humanos.
Poco después, un capitán del ejército tendrá ocasión de ver un plato volador, incrustado en las afueras de la localidad de Roswell (se trata del célebre “Incidente de Roswell”, sucedido en 1947 y todo un hito en la historia de la ufología). Los cinco tripulantes de la nave responden al clásico modelo de hombrecitos grisáceos, impúberes y de ojos grandes y rasgados. Uno de ellos habría sobrevivido, pero se le ha perdido el rastro. ¿Tendrá esto alguna relación con el desconocido que aparece un día en una granja de las inmediaciones, para terminar teniendo un hijo con una mujer del lugar? ¿De dónde habrá recibido el niño sus extraños poderes? ¿Pueden los alienígenas mutar de forma, funcionando como proyección de deseos de los seres humanos? ¿Hay algún plan en desarrollo, dirigido a infiltrar la especie humana? ¿Qué clase de vinculación tendrán, a lo largo del tiempo, el ex piloto, el capitán del ejército y el extraño visitante?
Dirigido por el especialista Tobe Hooper (realizador de la mítica La masacre de Texas), el episodio inicial de Taken presenta todos los enigmas que las restantes entregas irán desarrollando. Lo hace con fluidez, suspenso y una dosificación justa, haciendo equilibrio entre la tradición paranoide del género y una visión contemporánea de la especie humana. Que no será tan oscura y digna de sospecha como en Los expedientes X, pero está bien lejos de aquellos heroicos e intachables pobladores de la Tierra que, en las películas de los años ‘50, repelían con coraje la invasión del Otro, para que todo siguiera igual por aquí abajo.