El eufemismo “de común acuerdo” que intentaron esgrimir desde la dirigencia de River no pudo tapar la realidad. En la semana previa al superclásico ante Boca, el presidente del club, Daniel Passarella, resolvió despedir al entrenador Angel Cappa, luego de una rápida charla telefónica a media tarde. “No renuncié, no quisieron que siguiera”, aseguró un rato más tarde el ahora ex entrenador de River. Por el momento, el plantel quedó a cargo de Juan José López, aunque todavía no está confirmado que dirija al equipo el próximo martes ante Boca. Américo Gallego aparece como el principal candidato a convertirse en el sucesor de Cappa, aunque el sueño de la dirigencia se llama Marcelo Bielsa.

La derrota ante All Boys golpeó duro en la interna de River. Luego de que el plantel y el cuerpo técnico se retiraran del estadio sin hacer declaraciones, se especulaba con una posible renuncia de Cappa. Un entrenamiento programado para la mañana era el principal indicio para sostener esa afirmación. Sin embargo, el entrenador se presentó ante sus jugadores y llevó a cabo la práctica de manera normal, con la idea de que hoy los jugadores tuvieran el día libre, al tiempo que sus allegados deslizaban que estaba con fuerza para seguir.

En ese contexto, parecía que los rumores de la renuncia perdían fuerza. Sin embargo, la llegada de Passarella tras el fin de semana en Uruguay forzó el desenlace. Por supuestas presiones de la comisión directiva, que ya no quería a Cappa al frente del equipo, el presidente le comunicó al técnico que no podía sostenerlo en el cargo. Fue entonces cuando comenzó a circular la versión oficial del “común acuerdo”.

Ante esa situación, el entrenador reaccionó. Había aceptado sin poner reparos la decisión de Passarella, pero enseguida desfiló por radios y canales de TV para dejar en claro que lo habían echado. “Quería aclarar que de ninguna manera renuncié ni que mi alejamiento fue de común acuerdo. No imaginaba nada de esto, porque estaba pensando en el encuentro con Boca, ya que era un partido muy importante para nosotros”, señaló Cappa, que se va de River sin haber disfrutado de un superclásico, ni siquiera amistoso.

El mensaje de Cappa, que no iba a hablar hasta después del partido ante Boca, fue directo. No quiso polemizar con Passarella, fue medido en sus palabras, pero marcó su distancia con la resolución. “Si él tomó esa decisión es porque pensó que es lo mejor para River. Para mí fue muy rápido que tomara esta decisión, pero la respeto”, indicó el técnico, que siente que su tarea quedó inconclusa. “Firmé un contrato por 38 partidos y sólo pasaron 13. En esos 13 partidos saqué el 50 por ciento de los puntos, lo que no está mal por el caos en que estaba River”, sostuvo Cappa.

Ante el intento de Passarella de deslindar las responsabilidades del despido y enfocarlas en la comisión directiva, tal como lo había hecho con Leonardo Astrada hace menos de ocho meses, Cappa reconoció que ni siquiera le dio tiempo a que le diga las razones del despido. “Las explicaciones ni siquiera las escucho. Yo les digo que no me expliquen nada y que arreglemos los términos económicos del contrato. Reclamaré lo que me corresponde, que es cobrar todo el contrato”, afirmó el técnico, que igualmente dejó una crítica para la conducción riverplatense: “Fui cuestionado desde el principio y hubo una coincidencia casi feroz, pero no tuve un apoyo firme de la dirigencia. Tal vez fue por la inexperiencia”.

Mientras Cappa desfilaba por los diferentes canales y radios y hasta aseguraba que dirigiría sin inconvenientes a Boca, la comisión directiva de River se reunió para pensar en el futuro. En principio, mañana la práctica la comandará Juan José López, que además dirigiría en el clásico si no se nombra a un sucesor antes del martes. El primer nombre que surgió es el de Gallego, que no volvió a dirigir tras su paso por Independiente, aunque la mayor ilusión pasa por Bielsa. La idea primaria es al menos comunicarse con el ex DT de la Selección antes de tomar una decisión. Frente a la probable negativa de Bielsa, entonces sí Gallego sería el elegido. Otras alternativas que suenan son Nery Pumpido y Omar Asad, pero no parecen tener demasiado consenso.