Siderar volvió a cotizar ayer en la Bolsa porteña y la Comisión Nacional de Valores (CNV) le requirió que convoque a una nueva asamblea de accionistas en el lapso de diez días, donde se ponga otra vez en consideración la aprobación de los balances contables, la distribución de dividendos y la conformación del directorio, tal como anticipó Página/12. La acción de la firma, luego de que estuviera cinco días suspendida su cotización, bajó 0,5 por ciento. La reunión de accionistas de Siderar es casi la última pendiente, porque la mayoría de las asambleas ya tuvieron lugar en las últimas semanas. A diferencia de esas empresas, Siderar fue la única que se opuso a la ampliación de la participación estatal en las compañías donde la Anses mantiene inversiones. La Justicia por ahora también le viene dando la espalda a la controlada por Techint. Por su parte, Anses asegura que no se desprenderá de sus acciones, tal como pretende Paolo Rocca, presidente y CEO del holding.

El inicio de la actual disputa entre Siderar y el Gobierno se ubica antes de la sanción del decreto de necesidad y urgencia (DNU) 441, que eliminó el límite del 5 por ciento para el peso político de la Anses como accionista, techo heredado del sistema de AFJP. El puntapié inicial de la escalada fue la búsqueda del reemplazante de Aldo Ferrer como director en Siderar, que había sido nombrado por consenso, porque el límite del 5 por ciento no permitía a la Anses designar un director sin tener que consultarlo con Techint, a pesar de poseer el 25,97 por ciento de la firma siderúrgica. El Gobierno pretendía nombrar a Axel Kicillof, número dos de Aerolíneas Argentinas, mientras que Techint prefería a Bernardo Kosacoff.

En buena medida, la sanción del DNU 441 se explica por la negativa de Techint a incorporar a Kicillof, ya que con esa norma vigente la Anses puede, con sus propios votos, designar hasta tres directores y un síndico. Sin embargo, Siderar calificó el marco legal como “impreciso” y desconoció el DNU. Fue una jugada de riesgo porque suponía postularse como un actor competente para evaluar la validez de una norma constitucional, antes de que haya cualquier decisión judicial que la cuestione. El indispensable apoyo político y judicial que imploraba la estrategia de Siderar nunca llegó.

Desde que se sancionó el DNU 441 se realizaron 21 asambleas de accionistas, las más importantes de las 42 empresas de las cuales la Anses tiene acciones. En 20 se aplicó la norma sin inconvenientes (incluida la del Grupo Clarín), es decir que allí el organismo previsional pudo ejercer sus derechos políticos con un peso equivalente a su participación accionaria. Sólo Siderar cuestionó el DNU. En 18 de las 21 asambleas había elección de directores. En 12 casos los directores de la Anses se renovaron o ampliaron, mientras que en cinco asambleas el organismo previsional no pudo imponer representantes. Sólo está pendiente el caso de Siderar. En cuanto a los síndicos, de las 19 asambleas donde hubo elecciones, en cinco se incluyeron síndicos del Estado a propuesta de la Sigen (Sindicatura General de la Nación) y en 13 no le correspondía esa participación a la Anses. Otra vez, sólo quedó pendiente Siderar.

En la compañía que controla Techint la conformación del directorio y la elección de los síndicos quedó en suspenso porque antes de que la asamblea votara esos puntos se aprobó el paso a un cuarto intermedio, fechado para el 11 de mayo. La firma anunció hace dos semanas que la asamblea continuaría ese día, pero ayer la CNV le requirió a Siderar que, “a los fines de proteger los derechos de los accionistas, convoque, en el término de 10 días, a una nueva asamblea de accionistas”, argumentando que el cuarto intermedio tiene un “vicio de origen”. Allí se definirá la designación del directorio y el ingreso de Axel Kicillof, junto a uno o dos representantes más por parte del Estado.

Por su parte, el juez Hernán Diego Papa, a cargo del Juzgado Nacional en lo Comercial Nº12, le dio la razón al Gobierno y otorgó una cautelar que suspendió la aprobación del estado contable y la distribución de los dividendos correspondientes a 2010. Siderar tendrá que rever su estrategia.