La presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantuvo ayer un encuentro con dirigentes de la Central de Trabajadores de la Argentina que encabeza Hugo Yasky. Fue la tercera reunión que celebró la mandataria en la semana luego de recibir a la CGT y a la Unión Industrial. Si bien el encuentro estuvo convocado en el marco del diálogo económico y social tripartito, CFK señaló que este año electoral la iniciativa de un pacto entre empresarios y trabajadores no se concretará. Sin embargo, enfatizó la necesidad de trabajar en la construcción de consensos mínimos. La CTA transmitió su apoyo al Gobierno y reiteró el planteo para obtener la personería gremial. Según relató Yasky, la Presidenta hizo una recapitulación sobre los avances en materia laboral y advirtió sobre la existencia de tensiones de precios en bienes de consumo popular que evidencian la necesidad de la intervención del Estado en la economía.

La dinámica del convite fue similar a la que existió durante las conversaciones con el Consejo Directivo de la CGT y la cúpula de la Unión Industrial donde CFK abrió el encuentro con un extenso análisis de la situación política y económica del país. A diferencia de las dos reuniones previas, la Presidenta señaló que era la primera reunión donde pudo utilizar la fórmula “buen día a todas y a todos”, en referencia a la presencia de seis dirigentes y militantes mujeres de la central gremial. El convite se realizó en el Salón de las Mujeres y los ministros de Economía, Amado Boudou, y Trabajo, Carlos Tomada, acompañaron a la mandataria. Antes de terminar, CFK agradeció el reconocimiento a Néstor Kirchner que realizó la central durante la celebración del 1º de Mayo en el Luna Park.

El encuentro en la Casa Rosada comenzó al mediodía y se extendió durante dos horas, donde se abordó desde la iniciativa que busca asegurar la participación de los trabajadores en las ganancias empresarias hasta el histórico reclamo de la CTA para conseguir la personería gremial. El titular del sindicato de trabajadores del neumático y secretario adjunto de la central, Pedro Wasiejko, recordó que el convenio colectivo del sector ya contempla el acceso de los asalariados a un ingreso adicional anual cuando la rentabilidad de las empresas supera determinado nivel. Respecto de la personería gremial, CFK escuchó atentamente y Tomada tomó nota del reclamo, pero no realizaron ningún comentario.

Finalizado el encuentro surgieron versiones periodísticas que sostenían que, según el dirigente docente, CFK había señalado su “preocupación por la inflación”. Yasky desmintió haberse expresado en ese sentido y precisó a este diario que “la Presidenta se refirió a la mejora en las condiciones de trabajo señalando la existencia de distorsiones en materia de precios que evidencian la necesidad de la intervención del Estado”. Más tarde, Tomada aseguró que “en ningún momento se habló de inflación, pero sí se conversó acerca de las paritarias, los salarios, las negociaciones colectivas y se abordaron cuestiones de género”.

La CTA reconoció la existencia de avances significativos en materia laboral y salarial, pero advirtió sobre la existencia de un 35 por ciento de trabajadores no registrados concentrados en la actividad rural y la industria textil. Aunque no se reactivará el diálogo tripartito, Fernández de Kirchner remarcó la necesidad de establecer una agenda de trabajo para que el encuentro de ayer no se trate de un evento aislado. Por su parte, la secretaria general de la Ctera, Estela Maldonado, le solicitó a CFK una audiencia para dialogar alrededor de la calidad de la educación pública. En el convite también participaron Luis D’Elía, Francisco Nenna, Roberto Baradel y el diputado nacional Edgardo Depetri.

Durante su intervención Yasky recordó que en septiembre se celebrará el congreso anual de la central y remarcó que uno de los objetivos será que en ese encuentro surja el mandato para respaldar una posible candidatura presidencial de CFK: “Supongo que para ese entonces la candidatura ya va a estar en la calle”, señaló el dirigente gremial ante la sonrisa de la mandataria. “Todo el tiempo sentimos que estabamos hablando y pensando el país de los próximos cuatro años y no los próximos cuatro meses de gobierno”, comentó Yasky. La situación política al interior de la CTA luego de las elecciones de autoridades que terminaron en la virtual fractura de la central gremial no fue abordada durante el encuentro.