“Pedraza no va a la CGT, hace un año y medio que se retiró de la CGT.” El líder de la central sindical, el camionero Hugo Moyano, se despegó ayer nuevamente de la figura del dirigente de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, que se encuentra en medio de las acusaciones sobre el rol de su sindicato en el asesinato del militante de izquierda Mariano Ferreyra. Además, Moyano aseguró que en la CGT siempre se atendió a los trabajadores tercerizados, aunque aclaró que la decisión “es de las organizaciones gremiales” de base.

La tensión sindical que generó el asesinato de Ferreyra la semana pasada obligó al líder de la CGT a dar explicaciones de la forma en la que está organizada la confederación. Moyano destacó que el enfrentamiento que derivó en el crimen de Ferreyra –y que, además, dejó a una mujer grave, con un disparo en la cabeza, y dos heridos ya dados de alta– fue “un hecho lamentable, que lamentamos todos los argentinos” y agregó que “si no pasan algunos hechos nosotros no nos enteramos de lo que sucede en cada organización gremial, porque no somos Jesucristo, que está en todos lados”.

Para situarse aún más lejos del dirigente ferroviario, Moyano recibió y apoyó a los trabajadores tercerizados que protagonizaron el reclamo del miércoles pasado que finalizó trágicamente. Defender a los trabajadores flexibilizados “es la responsabilidad y la obligación que tiene la CGT –afirmó–. Hemos atendido a los de Kraft en su momento, atendimos a los despedidos del diario Crítica. Atendemos a todos los trabajadores que recurren a la CGT”, destacó el secretario general de la confederación sindical, poniendo énfasis igualmente en que “mientras ellos tengan organización gremial que los representa, tienen que ir a su organización gremial. Si no, estaríamos haciendo cosas que no corresponden”.

“Pedraza no va a la CGT, se retiró de la CGT hace un año y pico, cuando se fueron los Gordos”, aseguró el dirigente camionero, evidenciando que la convivencia de los sectores afines al líder de la CGT y “los Gordos” que dominaron la central obrera en los ’90 es cada vez más tensa. La rispidez de las relaciones entre ellos data de cuando Camioneros y la Unión Tranviarios Automotor, entre otros sindicatos, se desligaron de la CGT ante la política obsecuente de quienes la conducían ante el menemismo, el desguace del Estado y la flexibilización del mercado del trabajo. Moyano fundó entonces el Movimiento de Trabajadores Argentinos –armó la CGT Disidente–, con el que hizo frente en la calle a las políticas neoliberales; en el 2003 volvió a unirse a la central obrera, aunque con la fuerte resistencia de los sectores que habían permanecido en la confederación, entre ellos el secretario general de la Unión Ferroviaria, José Pedraza.

Los conflictos en torno de las empresas tercerizadas son una constante en los servicios privatizados durante el menemismo. Por eso, Moyano explicó que había “muchas tercerizadas que están en esa situación. Hace tiempo que nos vinieron a ver los muchachos de Luz y Fuerza, allí también estaba pasando lo mismo. Nos vinieron a ver para afiliarse y les dijimos que noso-tros no podemos” porque “la CGT agrupa a las organizaciones gremiales, y las organizaciones gremiales actúan independientemente en este tipo de conflictos. Podemos recomendar, pero la representación la tiene cada organización de la actividad que corresponda”.