El gobernador Hermes Binner se puso al mando del Partido Socialista y encabezará hoy la reunión de la Comisión de Acción Política (CAP) que se reunirá en la ciudad de Buenos Aires. Allí los máximos referentes del PS analizarán la política de alianzas y se espera que manden una señal con respecto a su sociedad con la UCR, que quedó en crisis a partir del diferendo sobre la inclusión del peronista disidente Francisco de Narváez en un acuerdo en la provincia de Buenos Aires. Alfonsín, luego de sentar una posición conciliadora por carta el jueves a la noche, ordenó personalmente a los suyos no hablar más del tema para no generar más conflicto. Tal como publicó Página/12, los socialistas solicitaron una reunión institucional al titular de la UCR, Angel Rozas, quien les respondió que concretarían el encuentro entre lunes y martes.

“Me comuniqué con el presidente del Comité Nacional del radicalismo, Angel Rozas, y hemos quedado en gestar una reunión el lunes o martes de la semana próxima. En este encuentro veremos si se puede avanzar en la concreción de un Frente Progresista a nivel nacional”, afirmó ayer Juan Carlos Zabalza, uno de los dirigentes socialistas más cercanos a Binner. Zabalza aseguró que “las puertas no están cerradas. Hay una voluntad compartida de ambos partidos de generar un proyecto común a nivel nacional”, concluyó el dirigente.

Después de la victoria de su delfín, Antonio Bonfatti, en las primarias santafesinas, Binner ratificó lo que todos los socialistas venían diciendo tanto públicamente como en privado: con De Narváez no hay posibilidad de integrar ningún Frente Progresista. El martes, en la reunión de la Mesa Ejecutiva del partido se resolvió convocar a la Comisión de Acción Política para hoy y al congreso nacional para el 11 de junio. Ese órgano será el encargado de aprobar la política de alianzas que recomiende la CAP.

Sorpresivamente, Binner anunció que viajará a Buenos Aires para participar del encuentro en el Hotel Bauen. El titular del PS, Rubén Giustiniani, en cambio, no será de la partida. Su posición quedó muy debilitada luego de la derrota en las primarias locales.

Leer el rechazo a De Narváez por los diarios, en vez de en un encuentro cara a cara, fue motivo de enojo por parte de Alfonsín. Además, las postergaciones del socialismo para definir una alianza conjunta le generaron al líder radical varios reclamos internos. Principalmente en Santa Fe, Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires. Ayer el cordobés Oscar Aguad cuestionó al PS: “Hay demasiada dilación, demasiadas ambigüedades. Si Binner tiene tantas dudas, hay que seguir adelante. El radicalismo tiene que impulsar un proyecto nacional sin tantas caracterizaciones ideológicas”, presionó el candidato a gobernador.

Desde Jujuy, adonde fue a acompañar al candidato a gobernador, Mario Fiad, Alfonsín trató de calmar los ánimos y evitó el tema. “Ya dije todo lo que tenía que decir; está en todos los diarios, lo que la gente quiere es que le resolvamos los problemas, no las discusiones entre nosotros, además no creo que le interese a alguien”, sostuvo Alfonsín. (Ver aparte).

El lunes los socialistas y los radicales deberán debatir dos cuestiones centrales. Por un lado la inclusión de De Narváez, que hace unos meses en el entorno más íntimo de Alfonsín la supeditaban a la aprobación del PS, y por el otro la convocatoria a otros dirigentes como Juez, Fernando “Pino” Solanas o Víctor De Gennaro. Los radicales están cansados de las descalificaciones que reciben de esos tres referentes y por eso cambiaron su postura inicial de tratar de incluirlos en el Frente. Hace unos meses, cuando el peronismo disidente todavía mantenía ciertas expectativas de presentar un candidato competitivo a nivel nacional, los radicales consideraban hacer los esfuerzos necesarios para sumar a las fuerzas de centroizquierda. Sin embargo, con la implosión del Peronismo Federal y la decisión de Mauricio Macri de pelear la reelección, la UCR resolvió buscar acuerdos distritales con las expresiones locales de esos espacios y ampliar hacia allí la base de sustentación de la candidatura presidencial.