De una noche de viernes ansiosa a un súper sábado de tenis: el serbio Novak Djokovic y el argentino Juan Martín Del Potro cerrarán hoy el partido iniciado ayer por la tercera ronda del Abierto de Francia, un choque que por ahora es “empate”, ese efímero estado del tenis.

“Partido suspendido”, anunció el juez de silla a las nueve y media de la noche ante el discreto abucheo de los espectadores en la Suzanne Lenglen, el segundo escenario en importancia en el complejo de Roland Garros. Djokovic, ganador de siete torneos e invicto esta temporada, ganó el primer set por 6-3, pero Del Potro, que regresa con fuerza al circuito tras estar ausente casi todo 2010 por lesión, se apropió del siguiente parcial por idéntico marcador.

El duelo por tercera ronda entre el número dos del mundo y el 26º del ranking continuará en el tercer turno de la cancha Suzanne Lenglen, a la que fue trasladado el encuentro tras extenderse en demasía el partido previo que ganó en la central el suizo Stanislas Wawrinka ante el francés Jo-Wilfried Tsonga.

Pese a que los partidos suspendidos se juegan habitualmente en el segundo turno del día siguiente, la organización de Roland Garros optó por ubicar el Djokovic-Del Potro en el tercero, no antes de las 8. Y lo cierto es que es muy improbable que se juegue a esa hora, ya que la jornada en la Lenglen comenzará a las 6. El primer partido medirá a la china Na Li con la rumana Sorana Cirstea, y el segundo al británico Andy Murray con el alemán Michael Berrer. Así, lo más probable es que Del Potro y Djokovic no jueguen antes de las 10.30.

Del Potro necesitó un tiempo para adaptarse a la velocidad que le imprime a la pelota Djokovic, el hombre que encadena 41 triunfos consecutivos y no pierde desde el 27 de noviembre de 2010. Pero en cuanto logró hacerlo, el argentino impresionó con su potencia y precisión de golpes planos a las líneas. Su rival, al que no había podido nunca sacarle un set, es el jugador más en forma del circuito y, sin embargo, por momentos lo dominó.

No habían pasado cinco minutos de la suspensión y el argentino estaba ya en una camioneta rumbo a su hotel. La noche sería larga para ambos, pero el público disfrutará hoy, porque por Roland Garros desfilarán otras figuras como Rafael Nadal, Maria Sharapova o Robin Soderling.