Miércoles, 15 de diciembre de 2010 | Hoy
EL PAíS › EL INFORME DE HORACIO RODRíGUEZ LARRETA A LOS LEGISLADORES PORTEñOS TERMINó A LOS GRITOS
El jefe de Gabinete PRO fue a dar cuenta de la gestión. La oposición le preguntó acerca de la política de vivienda, de la Metropolitana y la falta de respuesta ante la ocupación en Villa Soldati. Todo terminó con los macristas amagando con irse a las manos con los opositores.
Por Werner Pertot
Tenía que ir a la Legislatura a dar su informe periódico de gobierno, pero tuvo que afrontar una virtual interpelación. La oposición porteña acorraló al jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, con preguntas sobre la falta de políticas de vivienda, el discurso hacia los inmigrantes, las falencias de la Policía Metropolitana y la falta de respuesta de la gestión PRO ante la ocupación. También le preguntaron por los punteros del macrismo. “No ayuda que empecemos a discutir este tema de los punteros”, escapó. Larreta culpó al gobierno nacional y a las gestiones previas, se aferró a los números de sus Power Point, pero no ofreció ninguna solución concreta a la toma de Villa Soldati. La sesión terminó en escándalo, con los legisladores PRO amagando con irse a las manos con los opositores.
Empezó con una extensa exposición del jefe de Gabinete, quien hizo un relato del desalojo violento: de la versión de que se mataron entre ellos que había insinuado Mauricio Macri el viernes, pasó a afirmar que “se produjeron excesos policiales”. Larreta propuso crear una comisión permanente de seguimiento de las ocupaciones, al tiempo que reclamaba que la Justicia “persiga a los organizadores” y que “la clase política dé un mensaje claro”. Sostuvo que tanto la seguridad como la vivienda en la ciudad son “responsabilidad del gobierno nacional”. Se explayó con números y más números sobre la Metropolitana y las “políticas del PRO hacia la zona sur”. “Los datos son irrefutables”, afirmó, aunque no pudo evitar que los opositores se rieran a carcajadas cuando describió el compendio de obras supuestamente ejecutadas en el Parque Indoamericano.
“Bernardo Salgueiro, paraguayo. Rosmary Chura Puña, boliviana. Juan Quispe, boliviano”, enumeró los nombres de la víctimas Fabio Basteiro, jefe del bloque de Proyecto Sur. “Los disparos vinieron de una patota que iba detrás de patrulleros de la Metropolitana. ¡Es una vergüenza que venga a hacer campaña electoral! ¡Siento vergüenza ajena! ¡He visto la angustia y la entierran con cuentos! ¡Hágase cargo de esta bomba que estalló porque no tuvieron ninguna política de diálogo!”, lo cruzó.
“No escuché en su relato las acciones de su gobierno para garantizar los derechos humanos de los ocupantes”, le cuestionó Jorge Selser. Larreta respondió con una nueva catarata de números sobre el operativo de asistencia humanitaria, que recién comenzó el sábado pasado. “Les estamos pidiendo que se vayan”, insistió el funcionario PRO. El legislador de Proyecto Sur advirtió que “la respuesta violenta de los vecinos se despertó cuando el jefe de Gobierno hizo una afirmación xenófoba y discriminadora, rayando un discurso fascista. De eso tampoco habló”. El jefe de Gabinete aseguró que “Macri nunca dijo nada que fuera racista” y recibió una nueva carcajada de los opositores. “De tener punteros en la zona, no se hicieron cargo. De alentar a las bandas a la violencia, tampoco. ¿De qué se hacen cargo? ¿De qué?”, inquirió Rafael Gentili. “Haga sus denuncias en la Justicia”, le contestó Larreta.
Para seguir con las denuncias, el jefe del bloque de la Coalición Cívica, Fernando Sánchez, le preguntó a Larreta si conoce a “los barrabravas de Nueva Chicago y a Miguel Rodríguez, que trabajó en el IVC”. Como informó Página/12 el 16 de agosto de 2009, “El Comandante” Rodríguez es puntero macrista y ex funcionario de Carlos Grosso. En esa época fue condenado a cuatro años de prisión por vender licencias truchas de taxi. Trabajó en la unidad social de la gestión PRO (UGIS) hasta que lo descubrió el lilito Facundo Di Filippo. “Me hace acordar a las denuncias genéricas a las que nos tienen acostumbrados”, los chicaneó Larreta, que evitó un largo rato la pregunta sobre el puntero macrista, cuyas cooperativas siguen en estrecho contacto con el gobierno porteño.
–¡Conteste sobre el Comandante Rodríguez! –le exigió a los gritos la legisladora de la CC Rocío Sánchez Andía. Y nada.
–¿Lo conoce a Rodríguez? –le volvió a preguntar Sánchez.
–Haga la denuncia –dijo Larreta.
–¿Lo conoce o no?
–Denúncielo a la Justicia –sostuvo, al mejor estilo Alberto Kohan.
“Esto parece lo de Ciro James. Que conteste lo de Rodríguez”, se quejó Sergio Abrevaya. Más tarde, el kirchnerista Juan Cabandié volvió a la carga: “Me interesa saber la actividad reciente del Comandante Rodríguez, cercano a Enzo Pagani, a la mujer de Pagani y al diputado Cristian Ritondo. Hay denuncias de que Rodríguez incitó a ocupar los terrenos”.
También le preguntó por las fotos que publicó Página/12 de barrabravas de Nueva Chicago. Larreta sostuvo que “no suma” discutir sobre los punteros PRO, pero aseguró que Rodríguez trabajaba en el IVC desde 2005 y que en 2008 pasó a la UGIS. “Luego, no se le renovó el contrato”, aseguró Larreta. “Pude haberlo conocido o no”, se escabulló.
“¿Cuál es el motivo de la subejecución del presupuesto en el IVC? ¿Cuánto hay ejecutado en la Corporación del Sur, esa caja negra?”, le preguntó Julio Raffo, de Proyecto Sur. Larreta sostuvo que “lo que el IVC no pudo ejecutar son los fondos que vienen de Nación”. Luego se ocuparon de rebatirlo con números propios Juan Cabandié y Diego Kravetz, que indicó que “casi la mitad de lo ejecutado es dinero del gobierno nacional”.
Sánchez Andía recordó que el IVC en 2008 ejecutó el 66 por ciento del presupuesto y el 45 por ciento, en 2009, y en el Presupuesto 2011 le recortan 40 millones. Kravetz sostuvo que este año fue del 18 por ciento la ejecución de los 400 millones destinados a vivienda. Aníbal Ibarra recordó que en 2009 trataron de vender 36 inmuebles destinados a viviendas sociales. El jefe de Gabinete volvió a culpar al gobierno nacional. El legislador del bloque peronista propuso disolver el IVC, la Corporación del Sur y la UGIS y crear una única entidad. Larreta no lo vio mal.
A todas las preguntas sobre el desalojo, Larreta respondió que “se ocupó la Federal”. Y luego interpretó que en los ataques del jueves y el viernes “la presencia de la Metropolitana, de alguna manera, aplacó la situación”.
–No pudieron ni hacer un vallado. Marca toda una tendencia –lo cuestionó Kravetz–. No pudieron mandar más de 200 policías.
–Mandamos la mitad de los efectivos –respondió Larreta.
Una sesión tensa no podía terminar sin una lluvia de gritos. Ya había habido un principio de griterío cuando el ibarrista Eduardo Epszteyn dijo: “Quiero un jefe de Gobierno y no un cagón”. Pero el pandemónium se armó cuando intentó hablar el kirchnerista Francisco “Tito” Nenna. Todos los macristas comenzaron a gritar, los opositores se levantaron. “¡Llevátelo al Calafate a Salvatierra!”, gritó Martín Borrelli. “¡No seas delincuente! ¡Son punteros de La Cámpora!”, se sumó Ritondo, que le apuntó a Cabandié. Mientras el vicepresidente primero Oscar Moscariello lo llamaba al orden, el jefe del bloque PRO gritó hasta quedarse afónico. “Llevale la Constitución a Néstor”, se escuchó entre las voces macristas que le apuntaba a Cabandié, al que también le dijeron “narcotraficante”. “¿Por qué no me lo decís afuera, pelotudo?”, se le avalanzó Jorge Garayalde al joven kirchnerista. “Vos sos muy picosuelto, tené cuidado cuando te metés conmigo”, le dijo Alvaro González a Gabriela Alegre, mientras le apuntaba con el dedo. “En las negociaciones con el gobierno nacional, ¿cuál es su propuesta?”, había preguntado antes Sánchez Andía. Larreta dijo que iban “a escuchar la propuesta del gobierno nacional”. Así, sin propuestas, partió hacia la Casa Rosada.
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