A tres meses del crimen de Matías Berardi, el adolescente que fue secuestrado en Escobar y luego asesinado, la policía detuvo ayer por la madrugada a un hombre de 32 años acusado de ser el autor material del homicidio del joven, durante un allanamiento en el partido bonaerense de Tigre. El presunto homicida será llevado hoy a declarar ante la Justicia.

El detenido se llama Hernán G.A., de 32 años, alias Gonza, y los investigadores sospechan que tuvo una “responsabilidad directa” en los hechos. El comisario mayor Rubén Lobo, titular de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) Zárate-Campana, explicó que el hombre tuvo “responsabilidad primaria” en el caso y que integraba el “núcleo del proceso con responsabilidad imputada”. El hombre era buscado desde aproximadamente una semana después del secuestro y crimen del joven de 16 años, pero se lo localizó recién el sábado en Tigre.

La Justicia Federal ordenó el allanamiento de una casa, ubicada en Venezuela 10 y Castelli, del Barrio Nuevo del partido bonaerense El Talar. Allí, en la madrugada, la policía detuvo al sospechoso. “Gonza estaba acompañado por una mujer y no se resistió ya que lo detuvimos utilizando el factor sorpresa”, contó Lobo. El comisario mayor, además, aclaró que éste era el último prófugo que constaba en la causa. El detenido cuenta con “antecedentes penales por delitos contra la propiedad”, agregó luego.

Los elementos contra Gonza surgieron a partir de testigos y distintos peritajes, como los cruces telefónicos que, al parecer, revelaron que tenía vinculaciones con los otros detenidos. Por ese motivo, los investigadores secuestraron teléfonos celulares en el allanamiento.

Por su parte, María Inés, la madre de Berardi, se mostró “conforme” con el avance de la investigación y reiteró que espera que todos los acusados “queden detenidos hasta el día del juicio”. “Fue una Navidad muy triste, muy difícil”, expresó la mujer, que sostuvo que la familia no quiere “quedarse en el rencor” sino “salir de eso”.

La investigación comenzó con el secuestro del joven, luego de asistir el 28 de septiembre pasado a una fiesta de egresados de un colegio de San Isidro en la disco Pachá, ubicada en la Costanera Norte. Desde ese lugar partió hacia su casa en una combi alquilada especialmente por los padres, junto a su grupo de amigos, y se bajó en el cruce de Ruta 26 y Panamericana, en Ingeniero Maschwitz, partido de Escobar, para luego tomarse otro transporte que lo llevaría a su casa en Pilar.

El adolescente se bajó de la combi a las 5.30; a las 6.20 sus padres recibieron el primer llamado extorsivo –de las ocho comunicaciones realizadas–, en el que pedían mil pesos y objetos de valor. La última comunicación entre la familia y los secuestradores, que terminaron reclamando 30 mil pesos por el rescate, fue a las 20.20 del mismo día. El adolescente estuvo secuestrado en un taller de herrería, pero logró escapar y recorrer las calles pidiendo ayuda que no le llegó porque el miedo le cerró la puerta en la cara. Lo recapturaron y a la madrugada siguiente apareció muerto de un balazo en la espalda.

El juez federal de Campana, Adrián González Charvay, dictó la prisión preventiva de ocho de las diez personas que habían sido detenidas: al herrero uruguayo propietario del taller de Benavídez donde Matías estuvo cautivo, a su esposa y a sus hijas de 17 y 19 años. También fueron procesados Néstor Facundo Maidana Calveira, su hermano, Federico Maidana Calveira, la pareja del primero, Celeste Moyano, y Elías Vivas. Los únicos dos liberados por falta de mérito fueron el ex socio del herrero uruguayo, Santiago García, y el portero Miguel Moyano, padre de Celeste y suegro del herrero.