Desde Salta

La declaración testimonial de los dos “senderistas” que se habían internado en la Quebrada de San Lorenzo y que afirman haber visto una carpa instalada en un lugar poco usual para la zona, además de escuchar varios disparos en horas del mediodía del sábado 16 de julio, produjo un cambio notable en el rumbo de las conjeturas acerca de la fecha en que fueron asesinadas las turistas francesas Houria Moumni y Cassandre Bouvier. Los cuerpos de las dos mujeres partieron anoche hacia Buenos Aires, escala previa en el viaje a París, pero en la ciudad de Salta quedaron elementos necesarios como para que los forenses locales, con la colaboración de expertos de Córdoba y de Chaco, sigan indagando acerca del día aproximado de muerte, dado que ahora se estima como “incierta” la primera apreciación, en el sentido de que el deceso habría ocurrido “entre 48 y 72 horas” antes del hallazgo de los cadáveres, el viernes 29 de julio. Ahora no se descarta que la muerte haya ocurrido ese mismo 16 de julio, cuando los amigos que practican trekking vieron la carpa y escucharon los tiros que, según ellos, resonaron en la inmensa soledad del cerro.

Lo que se sabe, en forma concreta, es que Houria y Cassandre salieron del Hostal del Cerro en horas de la mañana del 15 de julio y se dirigieron a la quebrada. Las dos ingresaron al paseo por el sendero de acceso pago porque así lo dijo en la causa el chico de 17 años que cobra las entradas para la firma Puma Expeditions. La empresa, desde hace tres años, tiene la concesión de lo que hasta ese momento fue un lugar público que se podía recorrer en forma libre y gratuita.

Si las asesinaron el 16 de julio, como estaría señalando la versión de los dos testigos, sólo hay que explicar y preguntarse cómo pasaron la noche del 15 al 16 de julio, en una zona que está a 1600 metros sobre el nivel del mar y donde hace mucho frío cuando el sol se esconde, muy temprano, a las 18.30 más o menos, detrás de los cerros. Este es un dato importante porque se sabe que las dos mujeres no llevaban ropa de abrigo importante porque era un día bastante cálido. Allí, los investigadores no descartan que las chicas hayan trabado amistad ocasional con uno o más hombres, que las invitaron –hasta allí amablemente– a disfrutar del turismo aventura que significa pasar la noche en una carpa en un marco muy cercano al paraíso, que se convirtió en el infierno para ellas dos.

Está la posibilidad, también, de que las hayan obligado por la fuerza a quedarse. En cualquiera de las alternativas, invitación amable al principio o violencia desde el vamos, las dos luego intentaron escaparse y fueron brutalmente golpeadas y asesinadas. Lo que parece muy poco probable es la alternativa de que las hayan tenido secuestradas en una carpa desde el 15 de julio hasta el 26 o 27 de ese mes, según la estimación inicial que indicaba que la muerte habría ocurrido entre esas fechas, 48 o 72 horas antes del hallazgo de los cuerpos el viernes 29 de julio.

Ayer al mediodía, los familiares de las dos víctimas partieron de regreso a Buenos Aires. Por la noche, en un vuelo de la empresa LAN, iban a ser trasladados los cuerpos. Voceros judiciales aclararon que en Salta quedaron muestras orgánicas que van a permitir a los forenses del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) de la provincia ajustar en lo posible la fecha de la muerte, clave a esta altura para orientar la investigación. El procurador general de la provincia, Pablo López Viñals, le dijo a la prensa que profesionales del CIF van a examinar la fauna cadavérica extraída de los restos de las víctimas para determinar el día de la muerte con la mayor precisión posible. Una versión periodística dijo que ese examen pericial iba a estar a cargo de especialistas del Poder Judicial de Córdoba, encabezados por Luis Spitale, experto en entomología forense.

López Viñals aclaró ayer que Spitale fue convocado para que “contribuya a darles el máximo nivel posible a los estudios de anatomopatología” que se deben realizar. El procurador sostuvo que el CIF cuenta con personal idóneo para realizar ese trabajo, pero que es bienvenido el aporte de “profesionales jerarquizados de la Justicia de Córdoba”. El funcionario judicial informó que se debe trabajar en red con profesionales de otros estados provinciales y admitió que podrían sumarse forenses del Chaco. De todos modos, aclaró que el trabajo con la fauna cadavérica lo va a realizar “una de las cuatro profesionales (especializadas) que tenemos en el país, la licenciada (Rosana) Ayon. Ella es la que hará el estudio sobre esas muestras” de fauna cadavérica tomadas de los cuerpos.

El juez de la causa, Martín Pérez, confirmó ayer que las muestras genéticas extraídas de los cuerpos de Moumni y Bouvier fueron enviadas a los laboratorios de la Facultad de Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, para que se haga el cotejo de ADN que podría llegar a identificar al o los agresores de las dos turistas francesas. Una fuente judicial le dijo a este diario, por otra parte, que los estudios realizados demostraron que ninguna de las dos mujeres tenía restos “de alcohol ni de drogas”. Esto se hizo, sobre todo, porque se pensaba que, de haber sufrido un largo cautiverio, podrían haber sido drogadas por sus captores. Para identificar el ADN se enviaron muestras de semen, cabellos de uno de los atacantes y restos de piel que estaban debajo de las uñas de una de las víctimas. Los resultados demorarán unos 15 días y los primeros en ser chequeados con ellos serán el detenido Daniel Octavio Vilte y Francisco Ariel Tejeda, que ya está libre. Ellos dos son señalados como los “perejiles” de una investigación que debe profundizarse.