Sábado, 5 de noviembre de 2011 | Hoy
SOCIEDAD › UN EDIFICIO DE DIEZ PISOS SE VINO ABAJO, PERO NO HUBO VíCTIMAS
El cuerpo de atrás de un edificio de Mitre al 1200 se derrumbó después de que apareciera una grieta. Todos los vecinos fueron evacuados antes. Al lado hay una obra en construcción. Hubo una denuncia previa; para el gobierno porteño estaba todo bien.
Por Pedro Lipcovich
“Me acordé de las Torres Gemelas”, contó un vecino del edificio de diez pisos de Bartolomé Mitre 1232, que se vino abajo anoche, poco después de las 20.30. Se derrumbaron dos cuerpos de los cuatro de la enorme construcción, de más de 70 años de antigüedad. Media hora antes, los habitantes habían sido evacuados, lo que evitó que hubiese víctimas. A las cinco de la tarde, el Gobierno de la Ciudad había recibido un llamado que alertaba sobre una profunda grieta en el edificio; acudió la Guardia de Auxilio y dispuso la evacuación inmediata, que abarcó toda la manzana y la vereda de enfrente. Cerca de la medianoche, la zona permanecía acordonada, cortados la luz y el gas, y se esperaba que el resto del edificio, surcado por una impresionante grieta, terminara de derrumbarse o pudiera ser apuntalado. Los vecinos consultados por este diario coincidieron en culpar a una gran excavación que, para edificar, se efectúa en un predio lindero.
El edificio se alzaba en Bartolomé Mitre 1232. “Hasta el momento no hay víctimas porque se evacuó toda la manzana, pero estamos haciendo un censo para saber si falta alguien”, dijo Daniel Russo, director de Defensa Civil de la ciudad, y agregó que “todavía hay peligro de derrumbe de la primera parte del edificio, no así de los edificios linderos”. Esa parte “tiene rajaduras y estamos evaluando su sustentabilidad. También suspendimos la línea A de subtes, en prevención de las vibraciones. Todavía nos quedan muchas horas para apuntalar el primer cuerpo del edificio y asegurarnos de que no se venga abajo”.
Walter Nicolás, subsecretario de Emergencias del gobierno porteño, precisó que se recibió un llamado a las 17 sobre riesgo de derrumbe: “Vino gente de la Guardia de Auxilio, constató las fallas y evacuó rápidamente el lugar. Se vinieron abajo cerca de 30 departamentos”. Susana Freyre, arquitecta del Gobierno de la Ciudad, agregó que “la parte del edificio que quede en pie, habrá que tirarla abajo”.
Algunos de los habitantes “son atendidos por el programa Buenos Aires Presente, ya que perdieron todas sus pertenencias”, agregó un funcionario del gobierno porteño. Russo precisó que las familias afectadas son unas 40 y que la mayoría se trasladaron a casas de familiares.
“Vivo... vivía en el quinto piso –contó a este diario una de las vecinas del edificio caído; estaba con su nene, en uno de los bares de Avenida de Mayo y Salta–. Al lado había un estacionamiento y hace tres meses empezaron a hacer una construcción para cocheras. Cuando empezaron a cavar, yo sentía vibraciones en mi casa. La obra siguió. Hoy, a las siete menos cuarto de la tarde, el encargado tocó a la puerta diciendo que el edificio estaba en peligro y había que irse”. La madre de la joven subrayó que “el pozo de la obra de al lado es enorme. No tendría que hacerse un pozo así al lado de dos edificios de 80 años”.
“Quedó todo blanco por la polvareda, pensé que era neblina, la polvareda –contó el Rafa, mozo en la pizzería La Alameda, sobre Avenida de Mayo–.
Hubo un ruido, pero no como un trueno, más bien como cuando chocan dos autos.” Teresa Fernández, vecina de la zona, contaba que “a varios edificios de por medio, también cayeron escombros” y también cuestionaba la excavación de al lado: “No hicieron muros de contención en los cimientos”. “Yo estaba adentro cuando se cayó –dijo Martín, dueño del negocio de Libertad 99, en la esquina de la casa derrumbada–. Se llenó todo de tierra y caían cascotes en el techo. Estábamos por cerrar, ya teníamos los candados sobre el mostrador y se cayeron al suelo por el temblor. Parecía el 11 de septiembre, las Torres Gemelas.”
Apoyada en la vidriera, en Avenida de Mayo y Salta, había una chica que sólo tenía una cajita de vidrio con aserrín y una ruedita, de esas que se usan para hamsters, pero vacía. La chica miraba al suelo y no quería hablar.
La Agencia Gubernamental de Control del gobierno porteño informó que la obra de Bartolomé Mitre 1218/20, lindera al edificio, tenía una denuncia del 5 de agosto por “ruidos molestos y temblores producto de la excavación”. “Ante el pedido del vecino, la Dirección de Fiscalización y Control de Obras (Dgfyco) inspeccionó el lugar el 26 de septiembre y determinó que poseía todos los planos registrados, estructura, submuración y excavación”. “El arquitecto a cargo de la obra es Ezequiel Mariano Rivarola”, que “hasta el momento no se hizo presente en el lugar y se desconoce su paradero”.
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