Como la letra de un inolvidable bolero, Joaquín Salvador Lavado Tejón, más conocido como Quino, vivió “imborrables momentos que siempre guarda el corazón”. Nunca olvidará el amor que le declaró el público francés en el Salón del Libro de París, el sábado 22 de marzo, cuando recibió la Legión de Honor, la máxima condecoración que otorga Francia. “La principal preocupación de Mafalda hoy sería la estupidez humana”, afirmó en francés el padre de la niña rebelde que odia la sopa y ama a los Beatles. Ovacionado por más de mil personas, el humorista gráfico hizo un balance irónico sobre su carrera: “Yo quería ser Picasso; estoy contento con el resultado de Mafalda. Pero no para tanto”. Quino recordó que cuando era chico y veía en los periódicos que alguien recibía la Legión de Honor le daba “muchísima envidia”. “Pensaba: ‘A lo mejor si me porto bien algún día me la darán’”. Ese hombre de pocas palabras, que nació en Mendoza en 1932, creyente del dibujo, una especie de “religión ortodoxa” que practicó durante 60 años, admitió ante una multitud que estaba “ancho, largo y gordo” por el orgullo de haber inaugurado la 40ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en un diálogo con los periodistas Cristina Mucci y Carlos Ulanovsky. Para Quino, dibujar durante nueve años a esa pequeña heroína amada en el mundo entero fue “un plomo”, porque nunca aprendió a dibujarla y tenía que calcarla. “Soy un dibujante político que ha tenido una familia muy politizada. Cuando alguien dice ‘a mí no me interesa la política’, está haciendo política. Una política negativa”, subrayó el humorista gráfico.

A Quino la seguidilla de distinciones y homenajes no lo marea. Ante su humildad, cualquier ególatra se sentiría fulminado por un síncope de admiración. El 21 de mayo se anunció que recibiría el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades por combinar con sabiduría “la simplicidad en el trazo del dibujo con la profundidad de su pensamiento”, según afirmó el presidente del jurado, Víctor García de la Concha. “Reconocimientos como éste a uno le hacen pensar que ha hecho algunas cosas que a la gente le gusta. Y eso da muchas satisfacciones. Una cosa que me dice mucha gente es ‘gracias por todo lo que nos has dado’. Yo me quedo pensando qué les he dado. No soy muy consciente de lo que he hecho.” El 24 de octubre recibió el Premio en el Teatro Campoamor de la ciudad de Oviedo (Asturias), en una ceremonia presidida por el monarca Felipe VI y la reina Letizia. “Es la primera vez que nuestros galardones reconocen a un dibujante, y lo hacen premiando la obra de un hombre que trabaja, según él afirma, ‘para que el mundo vaya para el lado de los buenos’”, dijo el rey de España. “Me gustaría saber por qué se acercan tanto ahora a una historieta que habla de la familia, de sus problemas, de la relación escolar con los maestros, pero no acabo de enterarme qué sienten hoy los chicos y cómo les cae este mundo que cambia tan rápido”, aseguró Quino.