Pasadas las 9, no entraban ni salían apostadores del casino, ante la presencia de decenas de empleados, apostados en carpas, y decididos, según expresaron, a permanecer en el lugar hasta que se reincorporen a los 69 compañeros despedidos tras los incidentes registrados en viernes 9.

Se indicó, por otra parte, que dentro del establecimiento se encontraba personal jerárquico, para hacer funcionar parte de las máquinas y mesas destinadas al juego, aunque, hasta esta mañana, no se habían acercado apostadores al lugar.

En la entrada, la Prefectura, con jurisdicción en el lugar, dispuso la presencia de decenas de efectivos.

Por su parte, uno de los delegados aseguró que, ayer, la empresa "rompió la mesa de diálogo, se retiró, y se mantiene en su postura, ante la inacción del Ministerio, que no quiso revisar el acta" del encuentro.

Indicó a su vez que ayer sólo se abordó la situación de los empleados despedidos, y dijo esperar que "la empresa recapacite" en el nuevo encuentro, previsto para mañana, nuevamente en la sede ministerial.

También acusó al Ministerio encabezado por Carlos Tomada de ser "cómplice de la empresa" y de "lavarse las manos", ya que presuntamente no obligó a los dueños del Casino a tratar esas cesantías.

Anoche, representantes gremiales y la empresa acordaron un cuarto intermedio hasta mañana, cuando en el Ministerio de Trabajo continuarán las negociaciones, aunque sin horario definido hasta el momento.

Los despedidos pertenecen tanto a ALEARA como al Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), los que se disputan la agremiación de los empleados del Casino.