MILTON
FRIEDMAN, EL CREADOR DE LA ESCUELA MONETARISTA
Es improbable una nueva gran
crisis
Uno
de los Nobel de Economía más famoso para el público
no especializado y padre de los Chicago Boys dice que Brasil no
será el centro de otra crisis internacional. Aconseja a Argentina
profundizar la Convertibilidad.
Por
Maximiliano Montenegro
Es uno de los más célebres de los premios Nobel de
Economía entre un público no especializado. Creador
de la escuela monetarista, que dominó la academia norteamericana
en las últimas tres décadas, su cátedra en
la Universidad de Chicago fue el mayor semillero de ejecutores de
las políticas de ajuste en los más diversos rincones
del planeta en los últimos tiempos. Allí estudiaron,
además de decenas de ex ministros latinoamericanos y funcionarios
del FMI, tanto Roque Fernández como Fernando de Santibañes,
hoy asesor dilecto en temás económicos de Fernando
de la Rúa. Con 86 años cumplidos, respondió
al llamado telefónico de Cash desde su casa en las afueras
de Chicago. Para Friedman, si se lo deja funcionar sin trabas, el
mercado siempre encontrará la solución óptima.
En este reportaje, descarta nuevas crisis financieras de alcance
internacional. Pero advierte que puede haber problemas en ciertos
países puntualmente y cita por casos Argentina y Brasil.
Para evitarlos, dice que Brasil debe continuar con su política
de tipo de cambio flotante y que, por el contrario, Argentina debe
defender a rajatabla la Convertibilidad.
¿Cuáles son los problemas que enfrenta la economía
mundial en los próximos cuatro años?
Continuar el camino para extender los mercados libres
y la empresa privada, mientras se cuida de que no aumente el tamaño
de los gobiernos. El mundo experimentó en los últimos
20 años dos revoluciones. Una revolución tecnológica
(de las computadores y las comunicaciones) y una revolución
política, con la caída del Muro de Berlín.
Esas revoluciones cambiaron el carácter de la economía
mundial. La revolución tecnológica hizo posible para
una empresa localizarse en cualquier parte del mundo, producir en
cualquier lado y vender en cualquier lado. Y es lo que hizo realidad
la globalización de la economía. La revolución
política incrementó enormemente la oferta de trabajo
a bajo costo, como resultado del colapso del comunismo en el Este
europeo y la apertura del régimen chino al mundo. Esto está
produciendo una gran transformación en muchos países
del mundo y en el comercio mundial. El problema es asegurarse de
que esta tendencia continúe, evitando que se impongan restricciones
al comercio y a la actividad privada por parte de los gobiernos.
¿Usted cree que habrá nuevas crisis financieras?
Es muy improbable que haya alguna gran crisis financiera.
Puede haber sobresaltos, pero nada más. La crisis asiática
no fue una gran crisis financiera para el mundo como un todo. Fue
una crisis local. La crisis mexicana tampoco fue importante para
el mundo como un todo, estuvo localizada en México y Latinoamérica.
Ahora, uno puede tomar ciertas precauciones sobre ciertos países
puntualmente, como es el caso de Argentina o Brasil, que están
siendo vistos con más cuidado por los inversores. Pero no
hay que preocuparse a nivel mundial.
La última crisis brasileña tuvo una gran repercusión
y, por supuesto, afectó muchísimo a Argentina. ¿Usted
considera que una crisis así se puede repetir?
La crisis brasileña no fue internacional sino
brasileña. Fue el resultado de la política de tratar
de sostener un tipo de cambio fijo, mientras se promovía
una política monetaria independiente. Ahora, Brasil tiene
una política de tipo de cambio flotante, y mientras se mantenga
en este camino no detonará ninguna crisis con repercusión
internacional.
Argentina mantiene una política de tipo de cambio fijo.
¿Usted cree que es sostenible en los próximos años?
Argentina tiene una política de cambio fijo completamente
exitosa. Y si continúa teniendo un sistema de Convertibilidad,
Argentina no sufrirá tampoco ninguna crisis financiera. Hay
dos sistemas cambiarios sostenibles: un régimen de tipo flotante
o un tipo fijo con un sistema de Convertibilidad. Lo que no se puede
tener es una banda de devaluación controlada (crawling-peg)
con una política monetaria independiente. El régimen
argentino no es a prueba de crisis, pero les asegura protección
frente a las crisis. Si Argentina reintroduce los poderes del Banco
Central para tener una política monetaria independiente,
entonces el sistema será vulnerable a una crisis. Si mantiene
su forma actual, sin la potestad del Banco Central para crear dinero
sin respaldo, entonces no tendría que haber problemas.
¿Lo mejor para Argentina, entonces, sería dejar
las cosas como están?
Sí, Argentina no se puede apartar ni un milímetro
de la convertibilidad.
¿Qué opina de la posibilidad de moverse hacia un
esquema de dolarización?
Tiene sus ventajas y sus desventajas. Y no creo que se
pueda decir tajantemente que es una buena o una mala idea. Si uno
dolariza se está poniendo mucha fe en la política
monetaria del gobierno norteamericano. Y la política monetaria
norteamericana ha sido muy buena en los últimos 15 años,
pero no ha sido buena en los últimos 75 años.
¿Es decir que no la recomienda para Argentina?
No estoy diciendo eso. No tengo la información
suficiente sobre Argentina para saberlo. Tal vez Argentina debería
seguir el camino de la dolarización como Panamá. No
estoy seguro. Si existe la decisión política para
dolarizar, entonces también se debe tener la decisión
política para sostener el presente sistema. Déjeme
decirlo así: como norteamericano yo tal vez esté a
favor de dolarizar, pero si fuera argentino no creo que diría
que hay que dolarizar. Es una decisión muy dura.
¿Se puede bajar el desempleo manteniendo al mismo tiempo
el tipo de cambio fijo y la convertibilidad?
Por supuesto que es posible. Pero para eso hay que tener
una política que permita funcionar a los mercados, de modo
tal que ajusten los precios y los salarios. Hay que minimizar las
regulaciones en el mercado laboral. Así, no habría
razones para que Argentina no pudiera tener un desempleo muy bajo.
Algunos economistas como Paul Krugman, del MIT, dicen que con
convertibilidad Argentina no podrá reducir el desempleo,
porque se necesitaría una baja de salarios de tal magnitud
que es imposible de concretar.
No creo que sea correcto. Lo que están diciendo
es que no se puede usar la política monetaria para reducir
el desempleo, porque Argentina no tiene política monetaria.
Pero esta vía es una manera temporaria de bajar el desempleo.
No es un buen camino. La verdadera forma de reducir el desempleo
es dejando que los mercados sean más abiertos y flexibles,
y que no haya restricciones para la contratación y despidos
de los trabajadores. De ese modo habrá más oportunidades
para instalar nuevas empresas, y el desempleo descenderá
de manera genuina. Un alto desempleo es una indicación de
que el gobierno está fallando. Hay que tener la decisión
política de flexibilizar el mercado laboral. Argentina no
puede cometer el mismo error que en el pasado, al querer combatir
el desempleo en el corto plazo con políticas fiscales y monetarias
que sí lo llevarían a la hiperinflación.
¿Conoce algo sobre el nuevo gobierno en Argentina?
Sólo lo que leí en los periódicos.
Es un partido distinto al peronista y los inversores no parecen
estar preocupados por el cambio.
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