Jorge Sappia, futuro secretario de Trabajo.
La
flexibilización no genera empleo
Por
Roberto Navarro
El
futuro gobierno tiene preparada una amplia reforma laboral. Jorge
Sappia, que estuvo a un paso de ser ministro de Trabajo y finalmente
fue designado viceministro, adelantó a Cash el programa completo.
Vamos a alentar la estabilidad laboral, premiando con una
reducción en las cargas sociales a las empresas que efectivicen
a los trabajadores luego del período de prueba, adelantó
el abogado cordobés, que fue diez años ministro de
Trabajo en su provincia durante la gestión de Eduardo Angeloz.
Aunque intentó despegarse de la política de flexibilización
laboral que caracterizó a la administración menemista,
Sappia reveló que piensan reemplazar el actual límite
de 48 horas de trabajo semanales por un tope anual, que permita
a las empresas manejar los horarios del personal según sus
necesidades. Amigo de la niñez de Fernando de la Rúa
vivía al lado de la casa en la ciudad de Córdoba,
aseguró que el presidente electo está obsesionado
por terminar con el problema de la desocupación.
¿Cuál es el plan de la Alianza para reducir el
desempleo?
El gobierno atacará este problema por todos los frentes.
Hay que generar inversión, porque cada puesto de trabajo
sale plata. Tenemos que bajar el riesgo país y buscar los
medios para disminuir la tasa de interés, que es un obstáculo
para la inversión. Desde el Ministerio de Infraestructura
se desarrollará un ambicioso programa de obra pública
que generará más de 250 mil empleos. En la cartera
laboral buscaremos remover cada traba que impida el normal desenvolvimiento
del mercado de trabajo.
¿De qué manera?
En este momento hay muchas actividades en las que se podría
llegar a acuerdos entre empresarios y trabajadores, pero la actual
legislación no lo permite. Nuestra propuesta es que se pueda
negociar en el nivel en el que se encuentren las coincidencias,
incluso entre empresa y empleados directamente.
¿Que los empleados negocien directamente con su empleadores
no atenta contra la esencia misma del gremialismo, que es la unión
para enfrentar el poder empresario?
No, porque si los empleados no quieren negociar en ese nivel
no lo hacen, no es obligación. Además, el sindicalismo
ya está maduro para aceptar cambios, que sólo se realizarán
a los efectos de mejorar la situación de los trabajadores.
¿Qué otros aspectos de la negociación colectiva
van a modificar?
Vamos a impulsar el fin de la ultraactividad, que posterga
la vigencia de los convenios vencidos hasta que se firme uno nuevo.
Así, alentaremos la negociación que generará
condiciones de trabajo adecuadas a la realidad actual.
¿Van a continuar con el Plan Trabajar?
Sí, pero con otro contenido. Así como está,
no sirve. La gente está cobrando 200 pesos durante seis meses
por cavar zanjas. Cuando se vence el contrato, vuelven a la situación
anterior. Nosotros les vamos a pagar, pero van a ser ubicados en
empresas privadas en las que recibirán un reentrenamiento
que los prepare para conseguir trabajo después. Incluso,
al estar en una empresa, tienen posibilidades de quedar efectivos
si son eficientes.
¿Cómo lo van a organizar?
Va a ser un plan descentralizado en todos los municipios del
país. La idea es que en cada ciudad se forme una comisión
entre el gobierno local, los empresarios, los sindicatos y la Iglesia,
que administre los fondos y oriente el reentrenamiento de los desocupados
hacia las áreas que son de interés regional. Las empresas
podrán formar al personal que necesitan con fondos del Estado.
¿Va a haber un plan de flexibilización laboral
para las pymes?
El 95 por ciento de las empresas del país son pequeñas
o medianas. No tiene sentido desarrollar planes que excluyan al
otro 5 por ciento. Elplan de simplificación de registración
laboral, que reúne todos los trámites de inscripción
en una sola gestión, fue diseñado para facilitar la
tarea a las pymes, pero después nos dimos cuenta de que también
ayudaría a las grandes.
¿Van a reducir los aportes patronales?
La experiencia ha demostrado que bajar los aportes no sólo
no generó empleo sino que tampoco solucionó el problema
del trabajo en negro. La rebaja programada para diciembre se suspenderá
y, de ahora en más, la disminución de los aportes
tendrá que estar condicionada a la generación de nuevos
puestos de trabajo. Quienes tomen empleados y les den estabilidad
laboral, serán premiados con importantes descuentos en las
cargas sociales.
¿Cómo van a disminuir el empleo en negro?
Vamos a organizar un cuerpo de policía laboral en serio.
Es una cuestión de decisión política. Hay muchas
grandes empresas que sabemos que están incurriendo en irregularidades.
Nosotros nos vamos a meter con quien sea. El trabajo en negro es
un delito y se va a penar como tal.
En el mundo desarrollado se está tendiendo a reducir los
horarios laborales para distribuir mejor el trabajo disponible.
En Francia se puso un tope de 35 horas semanales. En el país
hay casi cuatro millones de personas que trabajan más de
45 horas por semana. ¿Van a tomar alguna medida sobre este
tema?
No estoy convencido de que la reducción de la jornada
laboral genere nuevos puestos de trabajo. Habrá que esperar
el resultado que les da a los europeos. Por lo pronto, en la Argentina
todavía no se pueden controlar los límites horarios.
Ese es otro de los temas que tenemos que consensuar con los sindicatos
y con los gobiernos provinciales, que tienen que colaborar en la
gestión de control.
LA
RELACION CON EL SINDICALISMO
No
nos harán paros como a Alfonsín
¿Esperan
que los sindicatos sean tan duros como con el gobierno de Alfonsín?
Eso no va a ocurrir porque los mismos sindicalistas reconocen
que en la década pasada se equivocaron. Fueron utilizados
como fuerza de choque del justicialismo, obstruyeron la gestión
de un gobierno que inauguraba una nueva etapa democrática
y no recibieron nada a cambio. Por el contrario, Menem los vació
de poder. Incluso tuvieron un menor número de representantes
en el Congreso Nacional que en todos las anteriores administraciones
peronistas.
Sin embargo, Armando Cavalieri ya anunció que no tolerarán
un nuevo ajuste.
Una cosa son las declaraciones y otra, la acción. En
un contexto de desocupación y subocupación tan alta,
no hay plafón para organizar paros. Y los sindicalistas lo
saben. La gente teme perder el empleo. Y las empresas privadas,
que disponen de personal para elegir, no van a tolerar fácilmente
una cadena de huelgas.
Ctera ha hecho varios paros con mucho éxito.
Porque los maestros son empleados del Estado y saben que no
van a ser despedidos. En los demás sectores no pasa lo mismo.
Pero, además, la representatividad del sindicalismo de hoy
no pasa tanto por las reivindicaciones, sino por los servicios que
les puedan brindar a sus afiliados.
¿El reconocimiento de CTA como central sindical responde
a una estrategia de negociación?
La gestión del Ministerio de Trabajo, a cargo de Alberto
Flamarique, se va a destacar por la negociación en todos
los frentes. Estamos seguros de que es un buen momento para que
todos los sectores se acerquen, porque la dureza de la actual situación
económica puede servir para ablandar posiciones. Nosotros
vamos a hablar con todos.
LA
INTERNA ENTRE INDUSTRIALES Y BANCOS
No
se puede crecer con tasas del 20%
¿Qué
opina de la reunión del recientemente formado Grupo Productivo
(GP) con sindicalistas y miembros de la Iglesia?
Es notorio que hay una fuerte interna entre sectores de la
producción, por un lado, y el sector financiero y de empresas
privatizadas, por el otro. Todavía no se ve muy claro el
papel del sindicalismo en este enfrentamiento.
¿La Alianza está más cerca de la posición
del GP?
Nosotros no queremos participar de ninguna interna, pero está
claro que el sector financiero tiene que hacer su ajuste. Ningún
país puede crecer con tasas del 20 por ciento anual. En la
lucha por la generación de empleo, el aporte de los bancos
debe ser reducir las tasas de interés. Con respecto de las
empresas privatizadas, ya se está negociando para bajar las
tarifas, que encarecen el costo de la producción nacional.
¿Van a llevar adelante la propuesta de la UIA de reducir
los aportes patronales al sector transable e incrementar los del
sector no transable?
No está programado hacer ningún tipo de diferenciación
en el tratamiento de los distintos sectores. La idea es generar
puestos de trabajo en todos los rubros, y la decisión de
reducir los aportes va a depender de lo que los empresarios estén
dispuestos a hacer en materia de estabilidad laboral.
¿Tienen reclamos de mayor flexibilidad laboral de los
empresarios?
No, la mayoría ya se dio cuenta de que la flexibilización
no genera empleo por sí misma. Salvo algunos temas puntuales,
como la limitación de horas de trabajo anuales en lugar de
semanales, el resto quedará como está, con el acuerdo
de todos.
Aquí
están, éstas son
El
paquete de medidas laborales que anunciará la Alianza cuando
asuma el 10 de diciembre son las siguientes:
Flexibilización
horaria: se permitirá y alentará la firma de convenios
colectivos que fijen límites anuales, en lugar de semanales,
en los horarios de trabajo. Hasta ahora el tope eran 48 horas por
semana. Así, una empresa podrá requerir a sus empleados
que trabajen en distintos horarios según las necesidades
de producción.
Descentralización
de la negociación colectiva: los convenios colectivos,
que en la actualidad sólo pueden ser negociados entre sindicatos
y cámaras empresariales, podrán ser acordados en todos
los niveles, incluso entre empresa y empleados.
Fin
de la ultraactividad: esta norma prorrogaba la vigencia de los
convenios colectivos de trabajo vencidos hasta que se firmara uno
nuevo. Los sindicatos defendían esta posición, porque
todas las renegociaciones de los últimos años fueron
para reducir los derechos de los trabajadores. Ahora se tendrán
que sentar a negociar todos los convenios vencidos. Los sindicatos
no podrán especular con que sigan rigiendo las condiciones
vigentes.
Simplificación
de la registración laboral: con el llenado de un solo
formulario, que se presentará en una oficina pública,
las empresas podrán cumplir con todas las obligaciones que
marca la ley para registrar a un empleado. Se reemplazarán
los seis trámites que se hacen ante las AFJP, ART, ANSeS,
seguro de vida, sindicato y obra social por una única gestión.
Extensión del período de prueba: en la actualidad
es de un mes, se llevará a seis meses.
Rebaja
de cargas sociales: se dará ese beneficio a las empresas
que den estabilidad laboral a los nuevos empleados. Si luego del
período de prueba el trabajador queda efectivo, la empresa
obtendrá un 70 por ciento de descuento en las cargas sociales
durante el primer año de trabajo y un 50 por ciento en el
segundo año.
Entrenamiento
laboral para los beneficiarios del Plan Trabajar: las personas
trabajarán en empresas privadas, cobrando el sueldo del Estado
durante seis meses, y serán capacitados por la misma empresa.
Fortalecimiento
de la policía laboral: se intensificará el control
en todas las empresas para detectar empleo en negro.
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