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ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
09 ENE 2000








FINANZAS del Buen Inversor
 por Claudio Zlotnik

Los financistas estan seguros de que la FED subira la tasa

El Efecto 2000 llegó a la City

Las bolsas mundiales no empezaron bien el año. El temor a un alza
de la tasa de interés precipitó una pequeña corrida contra los
activos de riesgo. El mercado argentino enfrenta difíciles desafíos.

La City empezó el 2000 con susto. Bastó que el banco de inversión estadounidense Morgan Stanley Dean Witter afirmara en su último informe que la Reserva Federal (banca central estadounidense) subiría hasta un punto la tasa de interés de corto plazo. Y los mercados se derrumbaron, volviendo los temores de un fuerte ajuste de las cotizaciones en Wall Street. En la plaza local creen que el gobierno de Fernando de la Rúa está corriendo una carrera contra reloj. Tiene que bajar el riesgo país lo más rápido posible ante la inminente suba del costo del dinero en los Estados Unidos.
Tanto en Wall Street como en Buenos Aires descuentan que Alan Greenspan, presidente de la FED, subirá la tasa de corto plazo en febrero y en marzo. En lo único que difieren unos y otros es en la magnitud de esa corrección. Algunos, como Morgan Stanley, estiman una suba del 5,5 al 6,5 por ciento anual. Otros, en cambio, apuestan a un alza de medio punto. Sea como fuere, a la Argentina se le encarecerá el costo para tomar deuda. En el 2000, José Luis Machinea precisa que los inversores le presten nada menos que unos 17.500 millones de dólares. Por este motivo, el Gobierno pone todo su empeño en demostrar que podrá cumplir con la meta fiscal de 4500 millones de dólares.
En la City creen que, tras la aprobación del paquete impositivo y del Presupuesto, el próximo desafío que le aguarda a Machinea es lograr un acuerdo con el Fondo Monetario. La ampliación de 2800 a 5000 millones del préstamo contingente les otorgaría una dosis extra de confianza a los financistas internacionales. De esta manera –bajo un escenario de mayor credibilidad por parte de los inversores y con una economía emergiendo del ciclo recesivo–, la principal apuesta de la Alianza es la de convertir al mercado local en el más atractivo de la región.
Si, como se especula, Greenspan toma el camino del endurecimiento de la política monetaria, el flujo de capitales hacia América latina será menor al esperado, ya que los inversores estarán lo suficientemente motivados como para llevar sus fondos a los más seguros (y también rentables) títulos del Tesoro estadounidense. Y, en ese contexto, la Argentina debería ser capaz de ofrecer activos con rentas atractivas.
Los financistas creen que el reto no es imposible. No obstante, plantean una salvedad: la afluencia de capitales podrá concretarse siempre y cuando el sobresalto de principios de semana en Wall Street haya sido un hecho aislado y no el síntoma de que se viene una caída en picada de la Bolsa neoyorquina. En ese caso, afirman, el 2000 empezará a complicarse.