Los financistas estan seguros de
que la FED subira la tasa
El Efecto 2000 llegó a la City
Las
bolsas mundiales no empezaron bien el año. El temor a un
alza
de la tasa de interés precipitó una pequeña
corrida contra los
activos de riesgo. El mercado argentino enfrenta difíciles
desafíos.
La
City empezó el 2000 con susto. Bastó que el banco
de inversión estadounidense Morgan Stanley Dean Witter afirmara
en su último informe que la Reserva Federal (banca central
estadounidense) subiría hasta un punto la tasa de interés
de corto plazo. Y los mercados se derrumbaron, volviendo los temores
de un fuerte ajuste de las cotizaciones en Wall Street. En la plaza
local creen que el gobierno de Fernando de la Rúa está
corriendo una carrera contra reloj. Tiene que bajar el riesgo país
lo más rápido posible ante la inminente suba del costo
del dinero en los Estados Unidos.
Tanto en Wall Street como en Buenos Aires descuentan que Alan Greenspan,
presidente de la FED, subirá la tasa de corto plazo en febrero
y en marzo. En lo único que difieren unos y otros es en la
magnitud de esa corrección. Algunos, como Morgan Stanley,
estiman una suba del 5,5 al 6,5 por ciento anual. Otros, en cambio,
apuestan a un alza de medio punto. Sea como fuere, a la Argentina
se le encarecerá el costo para tomar deuda. En el 2000, José
Luis Machinea precisa que los inversores le presten nada menos que
unos 17.500 millones de dólares. Por este motivo, el Gobierno
pone todo su empeño en demostrar que podrá cumplir
con la meta fiscal de 4500 millones de dólares.
En la City creen que, tras la aprobación del paquete impositivo
y del Presupuesto, el próximo desafío que le aguarda
a Machinea es lograr un acuerdo con el Fondo Monetario. La ampliación
de 2800 a 5000 millones del préstamo contingente les otorgaría
una dosis extra de confianza a los financistas internacionales.
De esta manera bajo un escenario de mayor credibilidad por
parte de los inversores y con una economía emergiendo del
ciclo recesivo, la principal apuesta de la Alianza es la de
convertir al mercado local en el más atractivo de la región.
Si, como se especula, Greenspan toma el camino del endurecimiento
de la política monetaria, el flujo de capitales hacia América
latina será menor al esperado, ya que los inversores estarán
lo suficientemente motivados como para llevar sus fondos a los más
seguros (y también rentables) títulos del Tesoro estadounidense.
Y, en ese contexto, la Argentina debería ser capaz de ofrecer
activos con rentas atractivas.
Los financistas creen que el reto no es imposible. No obstante,
plantean una salvedad: la afluencia de capitales podrá concretarse
siempre y cuando el sobresalto de principios de semana en Wall Street
haya sido un hecho aislado y no el síntoma de que se viene
una caída en picada de la Bolsa neoyorquina. En ese caso,
afirman, el 2000 empezará a complicarse.
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