¿A quién le importa el crudo?
Es
tan divertida la discusión sobre el precio de la nafta, y
la manera en que un trío de corporaciones lo determina, que
es poca la atención prestada a las consecuencias que tendrá
para el mundo, y para el país, este nuevo shock petrolero,
que ha vuelto a triplicar el precio del barril. Aunque la suba del
crudo pueda ser vista como una revancha de los países productores
de materias primas contra las potencias industriales, la realidad
es otra. El consumo de petróleo por cada dólar de
PBI cuadruplica en el mundo subdesarrollado la cifra del primer
mundo porque aquél todavía no ingresó a la
era postindustrial, en la que es más importante un software
que una máquina. Hoy el mundo pobre, pese a esto inundado
de autos, acapara el 43 por ciento de la demanda petrolera global.
Los países altamente desarrollados redujeron a tal punto
su dependencia de la energía que miran con sólo una
leve preocupación la escalada del petróleo. Este puede
causarles algún trastorno, en todo caso, si sigue azuzando
la inflación, que ya se aceleró en más de un
punto porcentual anual tanto en Estados Unidos como en Europa. Si
los trabajadores lograran reajustes salariales compensatorios, el
encarecimiento del crudo podría propagarse a toda la economía.
En cualquier caso, ya es un hecho que la deflación quedó
momentáneamente atrás, y que en las condiciones del
mercado laboral en la Argentina, habrá una reducción
en el poder de compra.
Que el país exporte crudo no será un consuelo para
sus trabajadores. Tampoco puede asegurarse que las ganancias generadas
en un sector dominado por firmas extranjeras vayan a
ser reinvertidas en el país. En cuanto al fisco, el negocio
parece poco brillante. Como el ITC (Impuesto a la transferencia
de combustibles) está fijado en valores absolutos (tantos
centavos por litro), al aumentar el precio disminuye la imposición
relativa. Pero si el encarecimiento provoca una caída en
la demanda, la recaudación del ITC disminuirá proporcionalmente.
Por tanto, la AFIP deberá recuperar ese dinero perdido a
través de otros gravámenes.
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