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ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
18 JUNIO 2000








 BUENA MONEDA
 por Alfredo Zaiat


El amigo americano

Resulta fácil, previsible, hasta un lugar común escandalizarse ante las presiones que la embajada de Estados Unidos ejerce sobre los gobiernos de turno. Igualmente no deja de sorprender cuando esas presiones por temas económicos se hacen abiertamente. Y es más asombroso aún cuando el Gobierno, la oposición e incluso las partes afectadas no alzaron sus voces ante el desafío del encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos, V. Manuel Rocha. El amigo americano publicó hace dos viernes en La Nación un nota editorial con el sugestivo título “Socios económicos estratégicos”. Definida la desregulación telefónica, inicialmente a favor de las compañías estadounidenses, y derivada la disputa por las patentes a la Organización Mundial de Comercio, el principal tema pendiente es el negocio aerocomercial con el acuerdo de Cielos Abiertos. Y esa preocupación de Rocha quedó reflejada al ocupar la mitad de su nota en mostrar las bondades de abrir el mercado aéreo. No asombraría, en todo caso, si se hubiera referido solamente a las supuestas bondades de ese acuerdo que, en definitiva, conviene a las empresas aéreas de EE.UU. y sería un mazazo para Aerolíneas Argentinas. Pero lo insólitamente provocador fue que para sostener la necesidad de avanzar en Cielos Abiertos no se inhibió de sugerir cómo relocalizar al personal de la compañía local, dándole así el acta diplomática de defunción.
Vale la pena extenderse en la línea argumental de Rocha. Quien actúa de virtual embajador de EE.UU. en Argentina desde 1997 siente que “desafortunadamente” mucha gente ha visto el acuerdo de Cielos Abiertos como “un golpe mortal” para Aerolíneas Argentinas. Que en realidad el acuerdo representa una oportunidad de cooperación estratégica y “mutuamente” beneficiosa entre “nuestros dos países y sus aerolíneas”. Que el acuerdo eliminará gradualmente los límites a los vuelos de pasajeros y de carga entre Estados Unidos y Argentina. Y que esa mayor cantidad de servicios implicarán una baja de las tarifas de los pasajes y el consiguiente aumento del turismo. Después continúa con las ventajas competitivas, con la posibilidad de desarrollo turístico de la Patagonia y el Noroeste y la potencialidad de alianzas estratégicas entre las varias compañías aéreas argentinas (Lapa, Dinar, Southern Winds y otras) con socios norteamericanos.
Finalmente, Rocha se refirió a Aerolíneas Argentina. Va textual: “Los problemas recientes de Aerolíneas Argentinas, incluso aquellos con American Airlines, no deben cegarnos para otras posibilidades. El desarrollo de sólidas compañías aéreas argentinas podría ofrecer puestos de trabajo a muchos de los competentes empleados que ahora están amenazados por la frágil situación de Aerolíneas Argentinas”. Frágil situación que Rocha sabe que Cielos Abiertos terminará por romper. Por ese motivo, su propuesta bondadosa para los trabajadores.
Rocha menciona al pasar la administración de American Airlines en Aerolíneas como si se tratara de una empresa que no es estadounidense, y que no se beneficiaría con Cielos Abiertos. Sin vendas en los ojos vale la pena recordar al menos dos de las iniciativas de American en ese camino, compartido con los españoles de Iberia, de destruir Aerolíneas. Durante su gestión que comenzó en octubre de 1998 y culminó hace pocos meses, American redujo el ya muy escaso patrimonio empresarial vendiendo la mitad de la participación de Aerolíneas en Buenos Aires Catering y cambió el sistema de reservas de pasajes vigente por el Sabre tk2 (cuando el más moderno y en uso es el tk7). El detalle es que ese nuevo sistema pertenecía a la misma corporación (AMR) que controla American, programa por el cual Aerolíneas pagó 25 millones de dólares, el mismo monto que American había desembolsado para ingresar en Aerolíneas.
Los españoles de Iberia hicieron desastres y American Airlines no se quedó atrás. El Gobierno tiene ahora la oportunidad de curarse de la ceguera y probar otra alternativa a la de la Corona española o a la estadounidense si el objetivo es salvar a Aerolíneas Argentinas.