EL
MERCADO BURSATIL ARGENTINO PIERDE ATRACTIVO
El
recinto se va vaciando
La
fuga de cotizantes quita del mapa de los inversores a la Bolsa de
Buenos Aires. Ese desinterés resta capitales, cuyo ingreso
es tan deseado para recrear el círculo virtuoso de la economía.
YPF fue la primera.
A la petrolera le siguieron Disco, Canale, Sevel, Banco Río,
Telefónica de Argentina. Y ahora llegó el turno de
Astra (también en manos de Repsol-YPF), de la embotelladora
Baesa, del CEI, y de otras compañías de menor rango,
como la constructora Polledo. El éxodo de papeles de la Bolsa,
que se había iniciado a mediados de la década pasada
con la venta de Terrabussi a la estadounidense Nabisco, no se detiene.
Por el contrario, va a continuar si, tal como lo prevén los
financistas, las acciones del BBVA Banco Francés terminan
siendo rescatadas por sus dueños españoles. Esta sangría
tiene sus costos al limitar el ingreso de capitales al recinto.
Para los bancos de inversión internacionales el mercado argentino
ha perdido atractivo. La fuga de papeles (debido a la extranjerización
de la economía) ha marginado a la plaza local frente a otras
de la región. Sin las compañías tradicionales
ni las privatizadas en la rueda, y en medio de la recesión
económica, los inversores prefieren mirar para otro lado.
Los bancos de inversión, en su mayoría estadounidenses,
son los que, semana a semana, recomiendan (o directamente les organizan)
a sus clientes diferentes carteras de inversión. Y, entre
las distintas opciones, la Argentina viene perdiendo terreno a manos
de sus competidores de la región, especialmente México
y Brasil.
Al no ser tenida en cuenta por los inversores, el ingreso de capitales
a la Argentina se reduce dramáticamente. Y así será
difícil que se pueda cumplir con el proyecto soñado
por el equipo económico: que los fondos frescos sean capaces
de generar un círculo virtuoso por el cual esa inyección
se traduzca en inversiones privadas que apuntalen la economía.
Los compañías que siguen cotizando son cada vez menos
y, en su mayoría, no son atractivas para los inversores.
Una muestra de ese desinterés lo dio la última semana
Goldman Sachs, uno de los bancos de inversión más
importantes de Wall Street. Recomendó a sus clientes desarmar
parte de las posiciones en acciones argentinas para llevar esos
fondos a México.
Sin expectativas de que la economía se reactive con fuerza
y sin oportunidades de negocios será difícil modificar
la conducta de los financistas. Caída del mapa de los financistas
al momento de decidir en qué lugar colocar la plata, Argentina
se encuentra en el furgón de cola de los mercados bursátiles.
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