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ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
23 JULIO 2000








 BUENA MONEDA
 por Alfredo Zaiat


Hay que tener paciencia

El Ministerio de Economía difundió un comunicado en el cual se detalla el resultado fiscal del primer semestre con unos ajustes en el saldo final. Y los lectores merecen conocer esa información porque sino pueden quedarse con una idea equivocada. Por lo tanto, vale una precisión respecto de lo publicado en esta misma columna la semana pasada. Se decía que el superávit record del Tesoro permitió un sobrecumplimiento de las metas con el FMI en 315 millones de pesos. Ese número era equivocado. El ahorro extra, en esta Argentina de abundancia, fue de ¡451,4 millones! El abuso de austeridad equivale, entonces, a una vez y media el presupuesto total para un año que tiene Graciela Fernández Meijide en su ministerio para planes sociales de una red de contención, incluyendo los programas provinciales, que sólo alcanza al 25 por ciento de las familias pobres, dejando a casi 8 millones de personas carenciadas sin ningún tipo de cobertura. El por ahora más grande absurdo de su corta gestión de la Alianza queda todavía más en evidencia cuando tratan de compensar los dramáticos índices de desocupación lanzando los demorados y reiterados planes Social, de Infraestructura y de Empleo. Vamos uno por uno.
Empleo. El Ministerio de Trabajo está peleando con el de Economía para aumentar el magro presupuesto de 90 millones de pesos para atender a 200 mil familias, el 5 por ciento de los desocupados y subocupados. La promesa es que recién para el año próximo habrá el doble de recursos. Hay que tener paciencia.
Infraestructura. Se dice que creará 1 millón de puestos de trabajo. Falta definir el proyecto de ley, enviarlo al Congreso, aprobarlo y, si no hay contratiempos, recién en el primer trimestre del año próximo se convocarán a licitaciones para las primeras obras. Pero sin excesos. Economía ha dado su consentimiento a este plan siempre y cuando no implique un costo fiscal abultado. Esto significa que, como el Estado pagará un canon por las obras construidas y operadas por los privados, si se hacen muchas y rápido los desembolsos serán elevados al momento de concluirlas. Hay que tener paciencia.
Social. Finalmente, la semana pasada se presentó el Programa de Lucha Integral contra la Pobreza”. El presupuesto para este año es de ¡¡10 millones de pesos!! El plan prevé crear una red de contención social para atender a 480 mil familias más pobres del país. Este año será una prueba piloto, el próximo comenzará a desplegarse hasta alcanzar todo su esplendor recién en el ¡¡2002!! Desde agosto hasta marzo del año próximo se atenderá a 20 mil hogares, para en una segunda etapa alcanzar a 200 mil familias, con un presupuesto de 200 millones de pesos. Hay que tener paciencia.
En realidad, todos esos programas y los que vendrán están subordinados al único plan que tiene el Gobierno, abrazado con una insólita fe fundamentalista por el equipo de Machinea: ajustar las cuentas públicas con la apuesta de bajar así el riesgo-país. Resulta obvio que se necesita disminuir el déficit fiscal, de dar racionalidad al gasto público, de mejorar los indicadores fiscales. Un país con un elevado endeudamiento no puede vivir con déficit creciente. Pero una sobredosis fiscal puede paralizar a una economía. Más aún a una que le cuesta horrores salir de la recesión, con el nivel de actividad descansando en una meseta con riesgo de caer al abismo y con dificultades para recuperar competitividad, que por cierto no ayuda mucho en ese objetivo la “excelente” negociación de Pablo Gerchunoff con las gasíferas dando vía libre a un aumento de tarifas. Todo esto apunta a bajar el riesgo-país que evalúan los financistas. Mientras tanto, el país en riesgo debe tener paciencia.