TABU
Comparto
con los lectores La Gatto, Cohen y Sagiryan (E-Cash de las dos
últimas ediciones) las apreciaciones sobre el tema de la
devaluación. Y para terminar con la chatura y complicidad
mencionada por los lectores me permito acompañarlos en
sus opiniones y también llamar a la reflexión a
nuestros representantes para que pongan el tema sobre la mesa
y tomen decisiones al respecto. No cabe duda de que nuestra moneda
debe salir del 1 a 1 en el que hoy se encuentra atado, pero debemos
aclarar que el tipo de cambio flotante debe ir acompañado
por una política de desarrollo social y expansión
económica del país. Los que pensamos de esta manera
debemos diferenciarnos de los abanderados de la Convertibilidad
por lo siguiente: ellos utilizaron este perverso plan como un
fin, que resuelve todo los problemas, y es mentira, porque la
Convertibilidad tuvo sus resultados gracias a factores externos
y nada más. La devaluación debe ser una de las tantas
herramientas para que el país comience su desarrollo social
y expansión económica, nunca un fin, como lo plantean
los gurúes, afines al tipo de cambio fijo, que gracias
a Dios no aciertan una. Así que bienvenido sea el debate.
Al igual que el lector Cohen, propongo discutir el tema a fondo
con todos los que estén a favor y en contra.
Marcel
Hromek
[email protected]
Nota
del editor: Marcel, el E-Cash está abierto para el
debate, sólo es cuestión de que los lectores se
animen. Vamos a ver quién se atreve.
MONEDA
Tanto en Argentina como en otros
países (incluso en Japón) hay cada vez más
movimientos para crear monedas sociales (como el Ithaca Hour en
Nueva York, el Sels en Francia, varias experiencias distintas
de Japón). Recordemos por qué nacieron tales casos
para ver mejor el problema: en general se concibe que el dinero
está divulgado en la economía nacional por bancas
centrales (aunque dentro de poco en la Unión Europea pasará
a ser regional, que abarca doce países). Esto
significa que nuestra vida económica está totalmente
administrada por una institución gubernamental sin que
podamos intervenir en su política, y no podemos evitar
sufrir el daño causado por el fracaso de funcionarios de
bancas centrales. En las crisis económicas mucha gente
queda sin dinero y necesita tomarlo prestada, obligada a pagar
una alta tasa de interés. Así surgieron las monedas
sociales, como la RGT, para mejorar esa situación, con
el objetivo posible de hacer una vida sin dinero. Los prosumidores
consiguen vivir tranquilamente por recibir lo que necesitan a
cambio de la oferta de lo que pueden. Y lo importante de este
sistema recíproco es que está ajeno de la economía
formal, ya que se puede hacer cualquier transacción sin
pagar ni un peso. Los prosumidores se liberan del préstamo
y también de la multa de pobreza (así
denominaría yo a los pobres que pagan interés, como
si su falta de dinero fuera un crimen). Hay un grupo inglés
que explica el problema de los intereses. Les recomiendo visitar
el sitio correspondiente: http://userpage.fu-berlin.de/~roehrigw/gesell/robinsonade/english/ROBDE_01.htm
Miguel
Yasuyuki Hirota
Horifune Kita-ku Tokyo-to 114-0004
Japón
Nota
del editor: En
Argentina, la utilización de una moneda social, fuera del
circuito formal, se ha instrumentado en un movimiento que se convoca
en el denominado Club del Trueque.