PROPUESTA

Así como ha resultado obvio que hubiera sido mucho mejor incrementar recursos sin asfixiar a los contribuyentes que disminuir gastos, también lo ha sido que esa posibilidad es en nuestro país extremadamente complicada por la capacidad elusiva de muchos de aquéllos (actuales o potenciales), la dificultad en incorporar otros nuevos al sistema o la resistencia a pagar más de quienes no evaden. Actualmente –y aún pese el impuestazo de comienzos de año–, los sectores de ingresos medio-altos y altos tienen la posibilidad de deducir una serie de gastos más o menos importantes de su contribución al impuesto a las Ganancias (familiares a cargo, servicios médicos, seguros, inversiones, etcétera). Nada obsta para que las personas no alcanzadas por Ganancias (pero agobiadas por una igualmente pesada carga impositiva en sus consumos) pudieran “deducir” de los impuestos que pagan (IVA, básicamente, pero también contribuciones a la seguridad social) el costo de algunos de los servicios que utilizan, como aranceles hospitalarios, comedores escolares, tasas por la emisión de documentación personal, etcétera. De este modo, las personas con ingresos por debajo de ciertos límites podrían abonar esos servicios o tasas mediante la presentación de facturas que acreditaran las correspondientes retenciones o pagos tributarios. Ello requerirá de un mecanismo de “clearing” entre las jurisdicciones prestadoras de los servicios y el Estado nacional, en tanto que recaudador. Este diseño permitiría no sólo incorporar criterios de equidad a la política tributaria, focalizando automáticamente en algunos de los sectores que más podrían necesitarlo, sino también hacer partícipes a los propios ciudadanos del combate a la evasión mediante un mecanismo que distribuyera “premios” legítimos con un costo fiscal nulo o despreciable en caso de fracaso y mínimo en caso de éxito.

José Casanova
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BAUL

Estudio economía en la Facultad Nacional de Rosario. Tuve la suerte de tenerlo a Manuel Fernández López como profesor y quería aprovechar la oportunidad para felicitarlo por su nuevo libro Cuestiones económicas argentinas –que personalmente califico con un excelente– y agradecerle por haberse tomado el trabajo de viajar hasta Rosario para darnos clases. ¿Existe la posibilidad de conseguir su e-mail para mandárselo yo mismo? Si esto no es posible, ¿se lo podrían comunicar? Muchas gracias

Federico Todeschini
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PEDIDO

Estimados señores del suplemento Cash: tengo el agrado de dirigirme a ustedes, con el fin de solicitarles los datos de la Asociación de Abogados Laboralistas (e-mail, fax, teléfonos y dirección). Soy un permanente lector de Página/12 y en especial los domingos de esta sección, con la cual uno está informado de la verdadera realidad ecónomica del país. Vivo en San Martín de los Andes y este medio (e-mail) me permite acercarme a mayor información. Desde ya agradezco que me permitan conectarme con ustedes, y espero de ser posible una respuesta a mi solicitud. Saludo muy atentamente.

Horacio L. Schwartz
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Nota del editor: El teléfono de la Asociación de Abogados Laboralistas es el 011 4374-4178.