Lata, trenes y golf
En
medio del torbellino de la estrategia del miedo para conseguir el
rescate de los acreedores de Argentina, el Gobierno va definiendo
su propio perfil. Algunos indicios para reconocer esa silueta a
un año de la jura de Fernando de la Rúa como presidente.
Loma de La Lata
Pese a que Economía no contó con estudios propios,
ni contratados con terceros, para determinar una valuación
de Loma de La Lata, José Luis Machinea firmó la extensión
por diez años del contrato de explotación del yacimiento
gasífero más importante por su volumen de reservas
de América latina. Tampoco Repsol YPF suministró cálculos
sobre el rendimiento esperado del yacimiento con la prórroga
(del 2017 al 2027). En ese contexto se desarrollaron las negociaciones,
cuyas etapas y sus respectivos saldos merecen ser puntualizados:
1. El gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, anunció
en Madrid, en junio, el preacuerdo. Repsol YPF prometió inversiones;
la provincia se beneficiaría con unos pocos millones para
financiar proveedores pymes de la compañía y la Nación
no recibiría nada.
2. La resistencia que generó ese acuerdo abrió una
nueva instancia. El saldo fue que Neuquén obtendría
200 millones de dólares y la Nación, una suma similar.
3. La oposición continuó, ahora cruzada con denuncias
de intentos de sobornos a senadores para aprobar la Ley de Hidrocarburos.
El aporte, entonces, aumentó. La provincia mantendría
esos 200 millones, pero la Nación subió sus ingresos
a 300 millones pagaderos en cuotas hasta el 2002.
4. El contrato siguió convocando retractores y, finalmente,
los números que se cerraron fueron los siguientes: la Nación
quedó con la asignación de esos 300 millones, pero
Neuquén subió el precio, al sumar a los 200 millones
el 5 por ciento de los beneficios por la explotación del
yacimiento a partir del 2017.
Ese regateo persa, muy lejano a una negociación responsable,
convertirá la extensión de esa concesión en
la operación más escandalosa de enajenación
de un activo público de la gestión de Fernando de
la Rúa, no menor a la privatización menemista de Aerolíneas,
ENTel e YPF.
Aumento de tarifas
Economía defiende el tarifazo sosteniendo que hubiera sido
mayor si no hubiese negociado con las concesionarias de trenes los
acuerdos pactados durante la gestión de Carlos Menem. Un
dato relevante, y que podría haber ayudado a Machinea a evitar
el aumento, es saber que la Oficina Anticorrupción denunció
ante el juez federal Jorge Urso la existencia del presunto delito
de defraudación que se habría registrado con el pago
de reparaciones, por cuenta del Estado (subsidios para inversiones),
para los trenes privatizados. Aquí van algunos ejemplos:
-Ventanilla de coche de pasajeros: cuando los trenes eran estatales
se pagaban 170 pesos; los privados la abonaron con dinero del Estado
1728 pesos cada una.
-Ventilador de techo: costaban de 150 a 180 pesos cuando los trenes
estaban en manos del pésimo administrador estatal; los privados
pagaron 3700 pesos.
-Renovación de vías y durmientes: el Estado ineficiente
pagaba 250 mil pesos por kilómetro; los concesionarios privados
desembolsaron de 500 mil a 1 millón de pesos por kilómetro.
Golf
El mismo día del anuncio del tarifazo se publicó en
el Boletín Oficial un decreto de eximición de pago
de impuestos de los trofeos y de la indumentaria para los 24 países
participantes del Campeonato Mundial de Golf, que termina hoy. Más
allá del monto, que alcanzó los 5000 dólares
de desgravación por equipo, totalizando 120 mil pesos, resulta
un símbolo del espejo donde se refleja el perfil del Gobierno.
Tarifazo para muchos, hoyo en uno para otros pocos.
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