Sobre la convertibilidad
Una devaluación puede hacerse de dos maneras: a) Modificando el tipo nominal de cambio (la paridad 1 a 1) y dejando que los distintos factores económicos, de acuerdo con su poder dentro del sistema, adecuen sus precios relativos. b) Dejamos como está el tipo nominal de cambio y modificamos algunos de los factores económicos que generan costo argentino.
Todo el sector productivo nacional ha invertido en tecnología y ha reorganizado sus estructuras para lograr la eficiencia que le posibilite sobrevivir. Por lo tanto, el costo que le corresponde administrar al sector privado está en orden. Este proceso debería haber sido similar en lo que respecta al sector público, debido a que la presión tributaria y los servicios prestados por el estado son parte muy importante del costo de cualquier producto o servicio nacional.
Evidentemente no fue así. Hay mayor carga impositiva e ineficiencia en prácticamente todo lo que le compete al Estado. Si suponemos que entre ineficiencia y corrupción se escapa un ¿25 por ciento? del presupuesto, quiere decir que podemos reducir en un buen porcentaje nuestro costo argentino. En mi opinión, sería mejor apuntar a eso y no a una devaluación nominal debido a que seguiríamos disfrazando la ineficiencia del estado y aquellos que detenten mayor fuerza en el mercado serían los beneficiarios directos e inmediatos del hecho.
Por ejemplo: Con relación a los productos importados: si el estado hiciera bien su trabajo sobre el contrabando, la subfacturación, los precios de dumping, etc. nuestros productos serían más competitivos. Si además la presión tributaria disminuyera, nuestras empresas serían rentables, el desempleo disminuiría y la actividad interna aumentaría.

Miguel A. Morra
DNI 12.742.144