Ir preso
Es público y notorio que muchos reclaman al
Poder Judicial citar al ministro de Economía a declarar en
la causa de tráfico ilegal de armas, con la inocultada esperanza
de que corra igual suerte que otros firmantes de los polémicos
decretos. Lo primero es posible; lo segundo, improbable. Acaba de
pasar por tal trance el Ing. Guido Di Tella y salió indemne.
En toda la historia sólo existe un caso de un economista
destacado, con altas funciones públicas, que haya residido
un tiempo muy poco entre las frías paredes de
un calabozo: Francis Bacon (1561-1626), filósofo, estadista,
ensayista y una de las figuras notables de Inglaterra, fue también
canciller como Cavallo y Di Tella. Su escrito más
notable: Novum Organum scientiarum (1620), donde proponía,
para despejar el camino de la ciencia, borrar los falsos supuestos
y los ídolos. Publicó una de las varias utopías
de mediados del siglo XVII, la Nueva Atlántida (1627), donde
describía un estado ideal en el que los principios de la
nueva filosofía eran puestos en vigor por la maquinaria política
y bajo conducción del Estado. Sus Ensayos (1601) incluían
un artículo sobre las innovaciones realizadas
por los hombres, a las que, a la manera de Schumpeter (1935), definía
como cosas turbulentas, es decir, saltos
en el estado de cosas, y las contrastaba con las innovaciones realizadas
por el tiempo que, aunque innova mucho, lo hace tan gradualmente
que apenas se nota. La historia de la economía lo recuerda
por haber usado en 1615 la expresión balanza de comercio
para referirse al saldo entre las sumas exportadas e importadas
por un país. En 1621 era Lord canciller de James I, cuando
fue acusado de incurrir, en ejercicio de sus funciones, en sobornos
y corrupción, acusación que ocasionó su caída.
Los cargos en su contra se acumularon rápidamente. Bacon
renunció a la idea de defenderse y sometió a los lores
a una confesión general. Después de considerable discusión,
el 3 de mayo de 1621 los lores lo condenaron a oblar una multa de
40.000 libras, reclusión en la Torre a discreción
del rey, inhibición para ocupar cargos en el Estado y prohibición
de sentarse en el parlamento u ocupar cargos en la Corte. La condena
se cumplió parcialmente: el rey remitió la multa;
la prisión en la Torre duró sólo cuatro días
y en noviembre de 1621 Bacon se benefició con un perdón
general, aunque nunca pudo volver a sentarse en el parlamento.
Robar
pollos
Si usted tiene ideas y quiere escribirlas, o le encanta armar rompecabezas
de 5000 piezas y necesita aislarse de los demás para concentrarse
bien, ¿qué mejor lugar que una celda para alcanzar
tan loables fines? Por elección o no, Antonio Serra, natural
de Cosenza, escribió en una celda en Nápoles un Breve
tratado de las causas que pueden hacer abundar oro y plata en los
reinos que no sean mineros, con aplicaciones al reino de Nápoles
(1613). Fue el primer tratado mercantilista. Cuatro factores, decía,
permiten a una sociedad contar con metal monetario (oro y plata)
a pesar de carecer de yacimientos del mismo: cantidad de industria,
calidad de población, extensión de su comercio y leyes
del soberano. La industria era superior a la agricultura, pues ésta
tiene la incertidumbre del clima: la cantidad de industria
hará que en un reino o ciudad abunde el dinero, cuando se
realicen en él muchas y variadas manufacturas, necesarias
o convenientes o agradables para el uso humano, en escala mayor
que las necesidades del país. 1º) Por su mayor certeza,
puesto que el artesano tiene mayor certidumbre de realizar una ganancia
trabajando en su oficio que el campesino u otras personas cultivando
o preparando sus productos, cuyo beneficio no depende sólo
del trabajo del hombre, sino también de la naturaleza del
clima, según las diversas necesidades del suelo, que unas
veces pide lluvia y otras sol, así como otras condiciones.
2º) En los oficios puede extenderse la producción
y así aumentar la ganancia, lo que no es posible en el caso
de la producción agrícola. 3º) Las
manufacturas tienen un mercado más seguro que la producción
agrícola y, en consecuencia, la ganancia es más segura.
La calidad de la población se reflejaba en su naturaleza
industriosa, o diligente e ingeniosa para hacer comercio no sólo
en su propio país, sino también afuera, y en la búsqueda
de oportunidades para aplicar su industria. Un comercio
extenso hace que en un país abunde el dinero, cuando es extenso
su comercio en productos de otros lugares, más que en los
del propio. Por último, adoptar leyes adecuadas
a los fines que se desea alcanzar y remover los obstáculos
que impiden el efecto deseado. ¿Por qué cayó
preso Serra? Hay pocos indicios. Fue como una contracara de Bacon.
Según Monroe, falsificó moneda. Según Schumpeter,
era un pobre diablo menos que un ladrón
de gallinas, acaso un ladrón de pollos.
|