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ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
10 JUNIO 2001








 DESECONOMIAS
 por Julio Nudler


El Fondo condena el ITF

”Debería evitarse el uso de este impuesto”, concluye sin atenuantes un flamante estudio del Fondo Monetario Internacional respecto del que grava los débitos bancarios, y que Domingo Cavallo introdujo apenas retornado a Economía, pecando doblemente al hacerlo percutir también sobre los créditos. El análisis examina las experiencias de la Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela con este gravamen, destacando dos puntos. Uno es que esos impuestos tuvieron éxito en alcanzar su propósito de aumentar la recaudación en el corto plazo. Otro, que ejercieron un impacto indeseable sobre la asignación de recursos, incluyendo una significativa desintermediación financiera. En otros términos, la fuga de transacciones del circuito bancario para evitar el gravamen.
Según los analistas Isaías Coelho, Liam Ebrill y Victoria Summers, el impuesto a los débitos bancarios no es, en principio, una fuente eficiente de recursos. Peor aún si se lo aplica por un período prolongado porque perjudica la bancarización, daño que costará revertir cuando el gravamen sea suprimido. Por añadidura, suele subestimarse el verdadero costo de establecer un impuesto de esta naturaleza porque no se computa lo adverso de su efecto sobre la recaudación de otros tributos al estimular el ennegrecimiento de la economía. Es decir, exactamente lo opuesto a lo que sostiene Cavallo, quien ve al ITF (Impuesto a las Transacciones Financieras) como un arma contra la evasión.
Los fondomonetaristas indican que, en caso de que sea imprescindible aplicarlo, debería fijarse una alícuota baja, y como temporario expediente para afrontar una crisis fiscal y el deterioro en el producido de otros gravámenes por culpa de una mala administración tributaria. Además, el estudio recomienda dificultar la elusión del impuesto al movimiento de las cuentas corrientes mediante la prohibición de los endosos múltiples y la exención de las transacciones más sensibles al costo, como las que se realizan en los mercados de valores. Pero el principal consejo es abolirlo cuanto antes.