- Bellsouth, la
compañía estadounidense dueña de Movicom, formó
una alianza estratégica con Starmedia para lanzar el primer portal
de acceso múltiple de América latina, con el objetivo de
incursionar en el mercado de la Internet móvil. Mientras Bellsouth
proveerá la tecnología, Starmedia se encargará de
los contenidos. En la región, Internet móvil cuenta con
65 millones de usuarios y se estima que habrá 221 millones en el
2005.
- La pinturería
Alba lanzó una nueva categoría de pinturas: Hammerite, que
permite pintar directamente sobre metales ya sean limpios u oxidados.
Existen tres versiones del producto: brillante, martillado y forja y se
presentan en una amplia gama de colores.
- El Banco Credicoop
colocó una Obligación Negociable por 35 millones de dólares
a dos años de plazo. El título de deuda, emitido en el marco
de un programa global, fue totalmente suscripto por los inversores y pagará
una tasa de interés del 8,06 por ciento anual.
- La automotriz
Renault Argentina fue designada por Nissan Motor como distribuidora de
la marca Nissan en la Argentina. En la actualidad, Nissan tiene una participación
del 0,3% en el mercado automotor, y el objetivo es incrementarla al 1,5%
hacia fines de 2002.
- Telecom lanzó
el servicio de facturación detallada a través de Internet,
al que denominó Mi cuenta. La finalidad es que los
clientes puedan conocer sus consumos en el día a día. El
servicio tiene un costo de 2,50 pesos más IVA por mes.
- QBE Insurance,
el mayor grupo asegurador australiano, adquirió el 65 por ciento
de las acciones de HIH Aseguradora de Riesgos de Trabajo pertenecientes
a HIH Insurance. En los próximos días HIH ART cambiará
su nombre por QBE ART, que acumula primas anuales de aproximadamente 40
millones de dólares.
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FINANZAS el Buen Inversor |
Por
Claudio Zlotnik
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TRAS
EL MEGACANJE, LOS FINANCISTAS ESTAN ANSIOSOS
Ahora esperan el crecimiento
El
trueque mejoró el clima de negocios. Sin el miedo al default,
los inversores buscan señales de que la economía sale
de la recesión.
Por Claudio Zlotnik
El
megacanje trajo un veranito a la plaza financiera. Esta fiestita
está siendo fogoneada por los propios bancos organizadores
de la operación. El Río-Santander, por caso, publicó
un informe titulado Exitosísimo canje de deuda pública,
en el cual se pondera el resultado de la operación, tanto
por el volumen de intercambio de títulos como por la reducción
de intereses que el Gobierno deberá afrontar en lo que queda
de este año y en el próximo. Pero, a pesar de acompañar
la exagerada euforia de Domingo Cavallo, en la city saben que el
megacanje puede quedar apenas como un espejismo si rápidamente
no aparecen señales de que la economía ingresa en
una fase expansiva. El temor es que pase lo mismo que con el blindaje
de Machinea.
El mercado atravesó con éxito su primera prueba de
fuego postcanje. La detención de Carlos Menem no alteró
el clima de negocios, y los nuevos bonos siguieron acumulando ganancias.
A pesar de que los flamantes títulos aún no fueron
emitidos, pudieron negociarse en el mercado informal a futuro (mercado
gris, como se denomina en la city). Y a lo largo de la semana mostraron
subas de hasta 10 por ciento.
El cambio de humor de los financistas se basa en que, por efecto
del megacanje, la Argentina postergó pagos de deuda entre
capital e intereses de 3230 millones este año y de
otros 4592 millones en el 2002, totalizando 16.046 millones hasta
fines de 2005. A su vez, Economía se hará de entre
750 y 800 millones en efectivo por haber rescatado garantías
de los Brady. A propósito, ¿por qué el Gobierno
terminó pagando los Brady hasta un 7 por ciento más
caro que los valores de mercado?
Tras el maxitrueque, y para lo que resta de este año, Cavallo
tendrá que hacer frente a vencimientos por 6193 millones
de dólares, sin contar las renovaciones de Letes. De aquel
total, casi 5000 millones ya los tiene asegurados por el blindaje,
con los aportes comprometidos por los organismos internacionales
y España. Es decir, sólo debería conseguir
unos 1200 millones. Para el 2002, el panorama también aparece
aliviado. Si bien tendrá que pagar capital e intereses por
una suma astronómica: 21.410 millones, sobre este monto ya
tiene prácticamente asegurados 8000 millones que le darán
el Fondo Monetario, el BID y el Banco Mundial. Mientras que otros
10.000 millones forman parte del compromiso de los bancos creadores
de mercado de prestarle al Gobierno aun cuando los mercados internacionales
se encuentren cerrados. Claro que esos préstamos se realizarían
a tasas de interés de mercado, la misma condición
que corrió para el canje.
Sobre la base de ese desahogo, en la city creen que están
dadas las condiciones para que el riesgo país disminuya en
forma sensible. Y que, por fin, bajen las tasas de interés
y arranque la economía. Pero los financistas también
saben que el partido no está ganado. Cavallo deberá
mostrar un repunte económico en el corto plazo, no más
allá de los próximos dos meses. En caso contrario,
el bache fiscal se seguirá agrandando y los efectos del megacanje
empezarán a diluirse. Sería una muy mala noticia a
sabiendas de los costos altísimos que tuvo esa operación.
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