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ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
01 JULIO 2001








- Los supermercados monomarca Leader Price –propiedad de la cadena Casino– se instalaron en la Argentina. Los locales tienen una superficie de entre 400 y 800 metros cuadrados, y sólo comercializan la variedad de 1200 productos de la marca Leader Price.

- La distribuidora eléctrica Edenor anunció que aportará 10 millones de dólares para garantizar, a través de la creación de una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR), el financiamiento de casi un centenar de pequeñas y medianas empresas a tasas que se ubicarán en torno al 9 por ciento anual. La financiación para las pymes será garantizada por la Corporación Financiera Internacional (CFI).

- Organizado por la Fundación Telefónica, se llevó a cabo el 2º Foro Internacional sobre microcrédito. El evento fue declarado de interés por la Unesco y allí se concluyó en que los préstamos de pequeñas sumas de dinero para emprendimientos productivos son una alternativa importante para combatir la exclusión social.

- El yacimiento minero
El Pachón, uno de los más importantes de la Argentina, fue adquirido por las compañías canadiense Cambior y la boliviana Minera. La operación se concretó en 30 millones de dólares. El Pachón contiene reservas estimadas en 12 mil millones de libras de cobre.

- La empresa Luncheon Tickets incorporó un nuevo software para agilizar la operatoria de los vales en los comercios adheridos. El sistema será presentado en el Innovation Forum 2001 (una muestra sobre nuevas tecnologías), que se realizará en Francia.

FINANZAS el Buen Inversor
Por Claudio Zlotnik

INCERTIDUMBRE SOBRE LAS PERSPECTIVAS DE LA PLAZA LOCAL

En la zona del descenso

Pasó el blindaje y ahora también el megacanje de deuda pero igualmente los inversores siguen desconfiando de la capacidad del país para salir del pozo de la recesión. ¿Quién apuesta por Argentina?

Por Claudio Zlotnik

Si fuera un campeonato de fútbol, la Argentina se iría al descenso. Entre los emergentes, se ubica en el fondo de la tabla del riesgo país apenas por detrás de Nigeria (1520 puntos) y de Ecuador (1300), dos países que cayeron en cesación de pagos de su deuda y que desde hace rato dejaron de figurar en el mapa de los inversores. Argentina, en cambio, cumplió con más y menos la receta ortodoxa. Hacer los deberes le significó quedar aprisionada en una de las peores crisis de su historia, de la cual ni siquiera quienes recomendaron la fórmula saben ahora cómo zafar de la trampa. Y ahora se convirtió en el patito feo de la historia.
Hasta el destino de Turquía aparece como más claro. Unos meses atrás, ese mercado padeció una corrida financiera que lo dejó en la lona. Al igual que la Argentina, fue asistido primero con un blindaje y luego con un megacanje de títulos de la deuda. Recibió 10.500 millones de dólares por parte del FMI en diciembre y una inyección adicional de 800 millones el mes pasado. Y con el trueque de bonos, también logró reducir los pagos de corto plazo. Aunque con el canje Turquía pateó hacia delante vencimientos a una tasa de interés promedio del 14,4 por ciento anual, lo cierto es que tras la operación logró empezar a cambiar las expectativas de los financistas, el riesgo país muestra una tendencia declinante sin fisuras (ya cayó a 850 puntos) y existen señales de que la economía está saliendo del pozo.
¿Por qué la Argentina no convence? Básicamente, porque los financistas no están convencidos de que Domingo Cavallo vaya a encontrar la salida del ciclo recesivo de la economía. Y, si no reacciona la economía real, existe la chance de que el oxígeno financiero logrado con el megacanje se termine rápidamente y vuelvan los fantasmas del default. En ese panorama, pocos quieren ser primeros en apostar. Al respecto, los bancos alegan que están sobresaturados de títulos de la deuda. En tanto, entre los inversores institucionales del exterior existe la certeza de que recién se volcarán en forma masiva al mercado cuando exista la convicción de que la economía volvió a crecer. Frente a ese contexto, el mercado de bonos ha quedado muy reducido y cualquier ola especulativa –por pequeña que sea– es capaz de tumbar los precios, disparando el riesgo país.
En la city mencionan dos escenarios probables. El primero, que ante el menor signo de reactivación habrá un rally alcista muy fuerte de los bonos porque nadie querrá quedarse afuera de la fiesta. El otro, que en medio de la depresión persista la desconfianza, lo que aventuraría un futuro negro. ¿Podrá Cavallo torcer la historia, convencer a los consumidores y a los financistas, y sacar a la Argentina de la zona del descenso?