Elías Salama

Nació en Villa Mercedes, provincia de San Luis. En 1949 comenzó a estudiar en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Recibido de contador público en 1953, ingresó al Banco Central en 1954, en la Gerencia de Inspecciones de Cambio y de Política de Crédito. En 1958 fue designado auxiliar de docencia en el Instituto de Economía Bancaria. En el BCRA formó parte de la Comisión de Análisis Monetario, en la órbita de la Gerencia de Investigaciones Económicas, que producía estudios sobre la situación monetaria y proponía reformas metodológicas a la estadística económica o desarrollaba nuevos instrumentos. El grupo también leía, discutía o hacía seminarios en un Centro de Análisis Económico, creado en 1958 y orientado a elevar el nivel de formación de los altos funcionarios. Entre setiembre de 1961 y junio de 1963 estudió en la Universidad de Yale becado por la OEA. Allí enseñaban varios futuros premios Nobel: Tobin, Debreu, Koopmans. Al regresar, ganó un concurso como investigador del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UBA, entonces dirigido por el ingeniero Adolfo Canitrot. Allí investigó el principio de aceleración flexible. En setiembre de 1964, designado profesor del grupo de asignaturas de Teoría Económica, tomó un curso de Principios de Economía Política II. En 1966-67 volvió a Yale con una beca del Conicet. En 1968-70 enseñó Política Monetaria y Fiscal en la UBA. En 1968 fue designado protitular de Economía Monetaria en la UCA y desde 1969 en La Plata, como profesor titular de Economía. Al crearse el Centro de Estudios Monetarios y Bancarios del BCRA, Salama lo dirigió ocho años, entre 1969 y 1978. J. H. G. Olivera lo propuso en 1971 como profesor visitante de Dinero, Crédito y Bancos en la UBA, con estas palabras: “El profesor Salama es uno de los especialistas argentinos más destacados en teoría y política monetaria”. Fue designado profesor de Política Monetaria y Fiscal en la UBA y de Dinero, Crédito y Bancos en la UNLP, en cuya revista Económica, la de más nivel del país, publicó trabajos. En el BCRA llegó en 1986 a gerente general, que ejerció hasta marzo de 1989. Desde 1970 participó en congresos de la AAEP. En los últimos años produjo trabajos sobre fenómenos monetarios del pasado. La AAEP lo había elegido para la comisión de notables que selecciona los trabajos para sus congresos. Falleció este 2 de julio.

Con humor

Tengo en mis manos un librito de 111 páginas publicado por Página/12, titulado Constitución de la Nación Argentina Santa Fe-Paraná 1994, cuya portada está ilustrada por caricaturas de Rep, lo cual me predispone a leerlo con humor. ¿Será un libro de chistes? ¿El título será una línea de ómnibus de larga distancia que sale de Constitución y va hasta Santa Fe y Paraná? Con ese espíritu, lo abro y leo que “a los pueblos indígenas” se les regulará “la entrega de tierras aptas y suficientes para el desarrollo humano”. Sin duda, es un libro de chistes: ¿cómo harán para resucitar a los indígenas exterminados o desarraigados y entregarles tierras aptas?, ¿los resucitarán a todos o sólo a aquellos más dóciles o receptivos del mensaje civilizador? Sigo leyendo: “El Congreso no puede conceder facultades extraordinarias, por las que las fortunas de los argentinos queden a merced de persona alguna”. Aquí la risa me hace doler la barriga, al pensar que o la realidad está equivocada o el libro es surrealista. Pero un poco más adelante se usa la expresión “sin comprometer a las generaciones futuras” y no me cierra el megacanje de deuda externa a treinta años. Ahí cerquita, otro párrafo me ayuda a entender: “Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema”. Ah, claro, no se habla de futuras generaciones de argentinos, sino de los partidos que gobiernen de aquí a treinta años. Pero ¿realmente ellos pagarán la deuda? Muy al comienzo, otras frases cierran mi percepción deque es un libro redactado en broma. Dice artículo 14bis, es decir, un artículo borracho reincidente. Pues quien, sino en curda, podría creer que en un país con trabajos basura, jornadas de explotación, salarios parecidos a limosnas, sueldos públicos congelados durante diez años, un PAMI manoseado por políticos, millones sin trabajo y gente echada de sus viviendas por deudas usurarias, se garantizan: “derecho al trabajo”, “condiciones dignas de labor”, “jornada limitada”, “retribución justa”, “participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección”, “protección contra el despido arbitrario”, “El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá el carácter de integral e irrenunciable”, “jubilaciones y pensiones móviles”, “protección integral de la familia”, “acceso a una vivienda digna”, etc. etc.